Es una constante en la mayoría de los clubes del fútbol argentino (por las complicaciones en la economía y la delicada situación financiera)que se deba dinero (a veces en enormes cantidades) a otros clubes por la compra o venta de futbolistas. Le pasó a River en el último tiempo con Gimnasia por José Paradela, Godoy Cruz por Fabrizio Angileri, Deportivo Cali por Agustín Palavecino, entre otros, pero a su vez también hay clubes que le deben al Millonario luego de haberle comprado algún jugador, tal es el caso de Atlético Mineiro por Nacho Fernández e Independiente por Alexander Barboza, además de otros casos.

Después de arduas negociaciones, el defensor fue vendido al Rojo en julio de 2019 por3.750.000 brutos por el 82,5% del pase, de los cuales quedaron 3 millones limpios y libres de impuestos para River. En el último tiempo, Independiente profundizó su crisis institucional y eso repercutió en los pagos hacia otros equipos por la adquisición de algunos futbolistas, como el caso de Barboza. El Rojo nunca terminó de pagarle a River dicho dinero y fue descontándolo como pudo en los últimos meses.

De hecho, cuando River alquiló el estadio de Independiente para hacer de local mientras reformaban el Monumental en 2020, el dinero del alquiler se fue descontando de la deuda por el defensor central. A su vez, con el préstamo de Alex Vigo firmado a principios de año, también se canceló otro pequeño monto y hasta hace unas semanas, Independiente le seguía debiendo 206 mil dólares (según el balance del Rojo) al Más Grande por Barboza.

Barboza fue uno de los pocos jugadores que tuvo dos ciclos con Gallardo en River después de haber salido a préstamo: solo jugó 6 partidos con el Millonario. (Foto: Getty).

Según informó el programa De la Cuna al Infierno, el equipo de Avellaneda está cerca de cancelar la totalidad de la deuda: ya emitió los cheques que deben ser cobrados por River en distintasfechas establecidas.Todavía el Millonario no recibió el dinero, pero ya cuenta con loscheques para cobrarlo y que la totalidad de la transferencia quede saldada, casi tres años después de haberse firmado.