River fue más que Tigre en Victoria y tuvo varias oportunidades para ganar, pero falló frente al arco local y sólo sumó un punto. Así, quedó a dos unidades de San Lorenzo en la noche de los regresos de Saviola y Lucho.
El objetivo era volver a la punta del torneo, pero no se pudo. River llegó a Victoria con la idea de ganar y alcanzar a San Lorenzo en lo más alto. Y estuvo cerca, pero fue víctima de sus propias limitaciones.
¿Por qué? La Banda casi no sufrió en la cancha de Tigre, pero no se quedó con los tres puntos porque no pudo concretar las chances clarísimas que tuvo, sobre todo en el complemento, y el cero fue inamovible.
En la primera parte, donde River respetó demasiado al local, la más clara la tuvo Leonardo Ponzio con un buen remate de media distancia, cuyo rebote no pudo agarrar Rodrigo Mora. Fue todo lo que pasó en 45 minutos, además de la lamentable lesión de Leonardo Pisculichi, que derivó en el ingreso de Luis González.
Con el complemento llegó una mejor producción ofensiva del Millonario, que tuvo en los pies de Carlos Sánchez la chance más clara del encuentro: el uruguayo culminó una contra de cuatro hombres de River contra uno de Tigre, pero el remate salió muy desviado.
Lucho también tuvo en el pie derecho el triunfo, aunque le dio mordido, y los ingresos de Javier Saviola y Fernando Cavenaghi tampoco fueron la solución. Marcelo Gallardo movió el banco, pero no hubo caso: la pelota no quiso entrar.
Ojo, sobre el final, Marcelo Barovero le tapó un mano a mano a Martín Galmarini y Tigre contó con otro disparo de cara a Trapito, aunque salió desviado y River respiró aliviado.
Lo positivo es que River quedó a sólo dos puntos del líder y faltan quince fechas, por lo que el Más Grande depende de sí mismo. Ya habrá tiempo para pensar en la Libertadores. El sábado habrá que ganarle a Temperley para enderezar el rumbo.