Cavenaghi fue entrevistado por el sitio oficial de la FIFA y analizó los momentos más destacados de su trayectoria deportiva, como la obtención de la Copa Libertadores. Además, opinó sobre su presente en Chipre.

El Mundo River lo extraña. Tras conquistar América y cumplir uno de los objetivos de su vida, Fernando Cavenaghi, el último ídolo riverplatense, emigró a Europa para defender los colores de APOEL Nicosia. Pese a no formar parte del plantel actual de River, el amor del Torito por el manto sagrado nunca cambiará.

Lo cierto es que el delantero surgido en Núñez también logró demostrar su capacidad goleadora en el exterior y, teniendo en cuenta su gran presente, el sitio oficial de la FIFA le hizo una entrevista exclusiva, la cual apareció en la portada de la web.

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“Fue espectacular poder devolverle al club algo de todo lo que me dio. Soy un agradecido a River. Aparte de ser jugador, me dio la oportunidad de estudiar en el instituto del club y otras tantas cosas. Era como una devolución de mi parte. Lo que viví ese año (2011-2012) no puedo compararlo a nada, es lo que más me hizo crecer como persona. Llegué a un punto límite en el que tuve que empezar con un psicólogo para calmar un poco todo, porque al final era muy angustiante. Se hizo muy largo, pero por suerte terminó todo muy bien”, aseguró el atacante de 32 años.

En cuanto a la obtención de la Copa Libertadores, Cavenaghi confesó: “Siempre fue mi sueño y sabía que era mi última oportunidad de ganarla, sabía que me iba. En ningún cuento de los mejores se puede dar lo que me tocó vivir a mí. Vivir tres etapas en el club, de la mejor hasta la peor de las peores y volver para ser campeón de todo, retirarme con la Libertadores. Mejor sueño que ése, imposible”.

Sobre su deuda con el seleccionado argentino, el Torito sostuvo: “Uno nunca sabe qué podía haber pasado. En mis mejores años en River fui goleador del torneo, tenía 18-19 años y tampoco me llamaron de la Selección”.

Luego, el ídolo del Más Grande opinó sobre su partida a Rusia, en el 2004: “El salto económico era abismal. Fue una decisión que costó porque no era el destino soñado, pero pensé más en el futuro. Jugué en campos sintéticos, me sirvió en muchos aspectos. Y la vida en Moscú me gustó mucho. El Mundial de Rusia va a ser una experiencia muy linda para muchísima gente. Conocer la cultura rusa puede ser muy atractivo”.

Además, el goleador contó por qué decidió irse de Girondins de Bordeaux, a Mallorca, en el 2010: “Me arrepentí. Estaba encaprichado con que quería jugar en España, aunque no sé si fue mi mejor elección. Para un delantero, y mis números lo dicen, es mucho más fácil cuando jugás en un equipo grande que cuando jugás en un equipo chico”.

Finalmente, el jugador nacido en O’Brien analizó su presente en Chipre: “Hice más goles de los que esperaba. Gané mucho en calidad de vida. Estoy disfrutando mucho de la familia, que es algo que en Argentina era más complicado, porque uno tiene mucho menos tiempo para estar en casa. Personalmente me hizo muy bien y me dio la sensación de que sí se puede. Es un gran empujón para mis últimos años de carrera”.

“Cualquiera te puede decir ‘hubiese hecho esto o lo otro’, ‘me hubiese faltado esto’. Tuve altibajos, como cualquier jugador, pero marqué más de 230 goles, tuve la posibilidad de ganar 15 títulos. Sinceramente, más allá de las vueltas que di, no le puedo pedir más nada a mi carrera”, cerró. ¡Grande, Torito!

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