Matías Suárez fue una de las mejores incorporaciones de los últimos años, el cordobés llegó a Núñez –cuando todavía estaban Scocco y Pratto- y en pocos partidos se ganó un lugar en el equipo titular. Con probada experiencia en el fútbol europeo el ex delantero de Belgrano mostró las condiciones necesarias para brillar en River y lo hizo. Fue autor de goles importantes, siempre respondió de buena manera en los partidos relevantes y se afianzó como titular sin problemas y de hecho junto a Borré conformó una gran dupla ofensiva.

El 2021 estaba siendo muy bueno para él, además de anotar bastantes goles era la pieza fundamental del ataque de Marcelo Gallardo, pero en abril tuvo problemas en su rodilla derecha y una sinovitis comenzó a impedirle jugar normalmente. En un principio decidió no pasar por el quirófano y así aguantó hasta octubre. De hecho su último partido oficial fue el 3 de octubre ante Boca por la Liga Profesional, el cordobés ingresó para jugar los últimos minutos y tras terminar el partido decidió que debía operarse.

Una larga recuperación

La intención inicial era que Suárez se opere de su rodilla derecha en octubre para que ya en enero para realizar la pretemporada esté en óptimas condiciones, pero la realidad es que el delantero comenzó el 2022 con molestias y sin poder entrar a la par de sus compañeros. Sumó minutos en partidos informales en un comienzo y cuando el Muñeco lo consideró lo mandó a la cancha en partidos por los puntos, su regreso fue ante San Lorenzo el pasado 5 de marzo, cuatro días más tarde ingresó también ante Laferrere por la Copa Argentina. Para el duelo ante Gimnasia finalmente –y tras sentir nuevamente dolor en su rodilla- se quedó fuera del banco de los suplentes. Para enfrentar a Boca el cordobés concentró y probablemente vaya al banco.