Julián Álvarez llegó a la Copa del Mundo como una de las principales alternativas en el ataque, sabiendo que Lautaro Martínez iba a comenzar la competición como el nueve titular. Sin embargo, con el correr de los días, los entrenamientos y los partidos, el ex delantero de River comenzó a pisarle los talones al Toro. Frente a Arabia Saudita y México tuvo buenos minutos ingresando desde el banco, hasta que tuvo su chance de ir desde el arranquecontra Polonia y no saliómás.

La Araña marcó su primer gol contra los polacos y repitió más tarde frente a Australia, pero su aporte no estuvo solamente en la red. Julián le brindó a la Argentina esa voracidad para presionar alto, frescura para recuperar la pelota y una dinámica tremenda para ir por afuera y adentro, para entrar y salir, para tirar diagonales y ser un dolor de cabeza para las defensas rivales. Desde estos movimientos también se nutrió el equipo de Scaloni para desequilibrar en momentos claves de los partidos.

La presencia de Julián Álvarez en cancha coincide además con una increíble racha que viene sosteniendo la Selección Argentina desde que comenzó la Copa del Mundo: cada vez que el ex River estuvo dentro de la cancha, el elenco de Scaloni no recibió goles en su contra. Un dato que más que una casualidad, habla de una causalidad y de la importancia del cordobés dentro del equipo, tanto en su faceta ofensiva como defensiva.

La racha de Julián

Julián ingresó contra Arabia Saudita a los 52 minutos cuando el encuentro iba 1-2. Contra México entró a los 18′ del complemento, con el partido 1-0 y la Scaloneta terminó ganando 2 a 0. Frente a Polonia jugó su primer partido como titular, hizo un gol y salió faltando diez minutos para el final, con el 2-0 consumado.

En octavos Álvarez volvió a gritar su tanto y salió a los 71 minutos del segundo tiempo, cuando el score todavía iba 2 a 0 en favor de la Argentina (pocos minutos después de su salida llegó el descuento de Australia).

Por último, disputó 82 minutos contra Países Bajos y salió reemplazado con el partido 2-0. Creer o reventar, un minuto después llegó el descuento para el equipo de Van Gaal. ¿Nació un nuevo amuleto para la Celeste y Blanca?