El superclásico disputado el domingo en el Monumental marcó un antes y un después en el fútbol femenino de River. Pese al empate y a la sensación de estar a tiro del triunfo, las protagonistas vivieron el encuentro como un acontecimiento histórico, por todo lo que significa pisar el campo de juego del estadio más imponente del continente y por la lucha que hubo detrás de ese sueño para conseguirlo.
Tras el encuentro, las distintas voces del plantel y del cuerpo técnico coincidieron en destacar la importancia que tuvo el componente anímicoen el partido frente a Boca. Y en algunos casos, no pudieron ocultar las lágrimas ni la emoción. Es lo que sucedió con la entrenadora Daniela Díaz, que a la hora de enfrentar los micrófonos en la zona mixta, se quebró y no pudo continuar con su testimonio.
La DT del Millo respiró hondo, secó sus lágrimas y siguió con la ronda de preguntas. “Fue más de lo soñado: que estas jugadoras puedan jugar con la hinchada es muy importante. Nos habíamos preparado para los nervios, igual no hay forma de que esta hinchada te tire para abajo. Fue todo muy positivo”, expresó en diálogo con Olé.
Daniel Díaz fue ovacionada en la previa del partido, como sucede habitualmente con Marcelo Gallardo cada vez que ocupa el banco de suplentes del Monumental: “Me corearon y saludé como el Muñeco”, bromeó la entrenadora de River, que se ilusiona con volver a jugar enNúñez y con la presencia de una multitud:“Ojalá se pueda repetir y que pueda venir todo el público. Pero vamos paso a paso, por partes”, cerró.