Alejandro Domínguez fue un jugador hecho a la medida de River: atrevido, encarador y con una calidad distinta. El Chori llegó a Núñez desde Quilmes para afrontar la temporada 2002/03 y cumplió con creces, además de ser campeón de los Clausura de 2002 y de 2003, tuvo un gran rendimiento en un equipo que jugaba muy bien. Su carrera continuó en el fútbol ruso y luego pasó al Valencia, cuando estaba en el equipo Che decidió volver al Más Grande para dar una mano en un momento complicado, un gesto que los hinchas no olvidarán jamás.

El Chori estuvo en ESPN y contó cómo fue haber cumplido su promesa de no vestir otra camiseta en el fútbol argentino que no sea el Manto Sagrado: “Cumplí mi palabra, me retiré afuera para no jugar en otro equipo en Argentina que no sea River”, cabe destacar que una vez que se fue del Millonario en 2012 su carrera continuó en el Rayo Vallecano, luego pasó al Olympiakos y finalmente regresó al club de Vallecas para poner punto final a una carrera llena de gloria. El Chori se quedó con la sensación amarga de no haberse podido retirar en el club de sus amores.

Existió la posibilidad de jugar en otro equipo del fútbol argentino. Siempre fui muy respetuoso y me brindé al 100% en el equipo que estuve. No voy a contar qué equipos me fueron a buscar, hubo uno de los grandes, pero siempre con respeto. Boca nunca me tanteó. Cuando salí de Olympiakos me vinieron a buscar”, sostuvo el Chori sin dar muchos detalles respecto a los equipos del fútbol argentino que lo buscaron y luego comentó como fue que decidió retirarse en el Rayo: “Como no se daba mi regreso a River y yo había prometido no jugar en otro club en Argentina llamé al presidente del Rayo Vallecano y le pregunté si al equipo le vendría bien un jugador como yo, y el tipo enamorado”.