584 partidos como profesional y 151 goles. Esos son los números que ostenta el enganche Darío Conca, surgido de las inferiores de Tigre y con un fugaz paso por River. Es posible que la mayoría de los hinchas no lo recuerden por lo hecho en Nuñez, sino por su etapa en Fluminense o por su paso por el fútbol chino, en donde llegó a ser el jugador mejor pago del mundo. Lo cierto es que la carrera de Conca tuvo muchos altibajos y sellos de distintos paises en su pasaporte, pero su lugar en el mundo siempre será Fluminense, rival de River en la Copa Libertadores, donde es ídolo.
Desde muy joven la rompía en las divisiones inferiores de Tigre y la dirigencia de River posó sus ojos en él, allá por el año 2000, cuando solo había disputado un partido profesional con el Matador en el ascenso. Después de terminar de formarse en el semillero del Más Grande, en 2002 le llegó el momento de hacer su primera pretemporada profesional con Manuel Pellgrini, DT del equipo en ese entonces. ¿Su debut en Primera? Recién en noviembre de 2003, en una derrota 1-0 ante Chacarita.
Conca jugó dos partidos más y con la salida de Pellegrini al Villarreal,llegó Leonardo Astrada, que lo declaró prescindible y a mediados de 2004 se fue de Nuñez para nunca más volver. A pesar de solo haber jugado tres partidos, el enganche guarda sus mejores recuerdos del Ingeniero: “Mi debut en Primera División fue con él. Es un excelente profesional. Pellegrini es un ejemplo como persona y educación en el fútbol. Fue un padre no sólo para mí sino para todos. Nos enseñó mucho a respetar y que en el fútbol hay que respetar. Se merece todo lo que ha conseguido”, le dijo a Dario AS hace algunos meses.
Después de pasar por Chile, Rosario Central y Vasco Da Gama, el zurdo recaló en Fluminense en enero de 2008 y, sin saberlo, serían los mejores años de su carrera. Como momentos más importantes, accedió a la final de la Copa Libertadores, en 2008, eliminando a Boca en semifinales. Su mejor performance fue en la temporada 2010, cuando obtuvo el título de la Serie A brasileña que le permitió obtener el premio mejor jugador del torneo, premio que a su vez levalió la inclusión en el once ideal de América.
Luego de jugar en China -donde llegó a ser el jugador mejor pago del mundo- y nuevamente en Brasil, el nacido en General Pacheco quemó sus último cartuchos en el Austin Bold del ascenso de Estados Unidos. Se retiró en mayo de 2019 se radicó en Miami para disfrutar de su familia y jugar al golf, deporte en el cual planea incursionar de manera profesional.