Los bajos puntajes de River ante Estudiantes y el descontento de Gallardo aún pese al triunfo marcan que la noche platense tuvo dos senderos distintos: el resultado y el funcionamiento. En esa floja actuación, el que volvió a quedar en el ojo de la tormenta es Manuel Lanzini, de futuro incierto en el Millonario.

El oriundo de Ituzaingó sorprendió al aparecer entre los titulares, cuando todo indicaba que el reemplazante del lesionado Claudio Echeverri iba a ser Franco Mastantuono. Sin embargo, Gallardo le dio la chance a Lanzini de mostrarse, y en una posición que le sienta bien pero que no frecuentó mucho desde su regreso al club: enganche.

Pese a unos segundos iniciales en los que River arrancó dormido y Armani debió aparecer dos veces, el Más Grande rápidamente se acomodó en el campo y tuvo unos muy buenos 25 minutos. Con dos goles de Colidio y Meza en una ráfaga, la Banda manejaba los tiempos y jugaba al ritmo de Manu y el propio Meza. Actuación que generaba expectativas pensando en volver a ver la mejor versión del ex West Ham, como aquella en La Bombonera.

Manuel Lanzini tiene contrato en River hasta el 31 de diciembre.

Enchufado, decisivo, ágil, preciso y con confianza, Lanzini comenzaba a ganar protagonismo. Hasta que Estudiantes recuperó la pelota, emparejó el trámite y directamente protagonizó el complemento. Es difícil saber si River cayó porque Manu se fue desvaneciendo, o si el volante de 31 años no pudo salir de la sintonía del equipo. Lo cierto es que al no gravitar, a los 16′ del ST salió reemplazado por Nacho Fernández, de pésimo ingreso.

Lanzini, entre seguir en River e irse a la MLS

El contrato del futbolista finaliza el 31 de diciembre y su futuro todavía es incierto. Las charlas con su representante, Hernán Berman, son permanentes pero aún no hay negociaciones formales. Y eso es porque todavía no hay una decisión tomada de ninguna de las dos partes, más allá de la intención dirigencial de renovarle.

Lanzini no descarta seguir pero sabe que su nivel en estos 18 meses no ha sido el esperado y que tampoco tiene el tiempo de juego que desea. En ese escenario, los sondeos que recibió de la MLS le son muy tentadores, y ya no solo por lo económico sino también por la posibilidad de ser importante en un equipo. Por su parte, Gallardo tampoco tiene una determinación tomada.

Sabido es que Manu es uno de los futbolistas debilidad del Muñeco, pero ese gusto contrasta con los minutos que le da dentro del campo, y eso es a causa de sus bajos rendimientos. Estos partidos finales pueden servir para una conclusión final, y también se espera por esa famosa charla que Gallardo tendrá con algunos jugadores puntuales, uno de ellos el 10.