Muchos fueron los jugadores que llegaron a River con Marcelo Gallardo y rindieron. Otros tantos arribaron, ya sea como figuras o como apuestas, y terminaron pasando sin pena ni gloria por el club. Uno de ellos es Joaquín Arzura, quien llegó por pedido del Muñeco, no cumplió y hoy, a sus 32 años, ya está retirado del fútbol.

“Muchos me dicen que tuve huevos al tomar esta decisión de retirarme porque muchos lo quieren hacer pero no se animan. Cuando era chiquito, si me hubiesen dicho que iba a hacer toda esta carrera, hubiese firmado. Todo lo que viví me parece espectacular, me gustó mucho vivirlo, comenta hoy en día el ya retirado volante en una charla con Bolavip.

Los inicios en el fútbol y su trabajo

Arzura hizo inferiores en Tigre, club en el que debutó. “Yo empecé a viajar a Tigre dos horas y media en colectivo desde los 14 años. Costó llegar, me subieron a Primera 200 veces y me bajaron otras 200 veces”, comentó. Además, reveló que trabajó en el proceso: “También me puse a laburar en un momento. Me puse a estudiar cocina y me daba vergüenza pedirle las monedas para el bondi a mi vieja”.

“Hablé con el tipo de la escuela de cocina si salía algún laburito. Justo me dijo que había abierto un lugar de sushi y le faltaba alguien para la parte de caliente, fui al otro día, probé, lo hice más o menos bien y empecé. Y ahí laburé cuatro o cinco meses. En esos meses junté plata con la que me pagaba el bondi o si quería comer con mis amigos y no le pedía plata a mi mamá”, continuó.

Su llegada a River

Siendo una de las figuras de Tigre, Gallardo posó los ojos en él y pidió su llegada. “Hablé con Biscay, que me llamó y me dijo que Gallardo estaba de vacaciones y que creía que me podían necesitar porque podía jugar de 5 tapón y de doble 5”, reveló. Inmediatamente, aceptó la propuesta: “Le dije que sí, ya, mañana. Para mí y para cualquier futbolista, era lo más grande. Llegué a un River campeón de América, lleno de fenómenos, con un técnico muy duro y muy exigente, entonces fue un cambio muy grande”.

Con respecto al Muñeco, Arzura recuerda que el DT le dijo que “no tenía que demostrar nada” cuando llegó al Millonario. “Uno está acostumbrado a que los jugadores llegan y quieren demostrar todo y eso es contraproducente. Mucho más que eso no me dijo”, añadió el mediocampista en su charla con Bolavip.

De llegar por pedido de Gallardo a casi no jugar

Jugué mucho menos de lo que hubiese querido. Llegué y el primer partido no fui ni citado, no me había pasado nunca y no porque no me lo mereciera, pero estaba tan acostumbrado a lo otro que fue muy fuerte no estar ni citado y jugar en Reserva otra vez”, recuerda Joaquín en relación a los primeros momentos como futbolista del Millonario.

Sobre su ciclo en el club en general, Arzura analizó: “Por más que no me haya salido como me hubiese gustado no me arrepiento de haber ido a River. Fue lo mejor y fue lo peor que me pasó. Emocionalmente me costó un poco porque pasé de jugar todos los partidos a no jugar nunca o jugar poco, y cuando jugás tenés que rendir, entonces terminó siendo un poco adverso”.

“Fue pasar de jugar con futbolistas buenos a jugar con casi todos cracks. Me trataban bien todos pero me la tuve que rebuscar un poco más solo. En un momento, Ponzio en una charla dijo que tendría que estar más cerca de mí, lo dijo adelante de todos. Me hubiese venido mucho mejor que sea de entrada. Yo creo que habrá querido ver cómo era yo y después de hacerlo se dio cuenta de que tenía que ayudar y me parece que está bien”, continuó.

Haciendo un balance sobre su paso por el club, Arzura expresa que no se arrepiente de nada: “En lo deportivo sí lo disfruté, aunque en los lugares en los que hay muchas exigencias es difícil disfrutar del todo porque la exigencia la gana a todo, entonces no terminé disfrutando tanto. El haber pasado por River me abrió puertas que no me hubiesen abierto y me hizo mejorar, porque la exigencia te hace mejorar. Pero fue imposible disfrutar River como disfruté Tigre”.

Las salidas a préstamo

Sin lugar en la consideración de Gallardo, Joaquín estuvo inmerso en una prolongada serie de préstamos: “Me perjudicó un montón el hecho de que River no acepte que no le había salido el negocio como quería. Está todo bien, pero la institución tiene que aceptar que no salen todos los negocios bien. Si ellos lo hubiesen aceptado antes, yo me podría haber ido antes y firmar un contrato más largo en otro lugar”.

“Al haber ido un año a cada lugar, llegás, te acomodás, podés tener un semestre bueno, pero cuando te empezás a adaptar ya termina el campeonato y te volvés a tu club. Obviamente como tuviste un año normal no se vuelven locos por comprarte. Si yo hubiese estado dos o tres años en cada lugar, probablemente hubiese sido diferente, continuó.

Acto seguido, añadió: “A todos lados fui a préstamo y eso te achica las posibilidades porque quizás un club prefiere tener a un club por dos o tres años que por uno. Tener un jugador que sea propio o que sean más largos los préstamos. Entonces volver al club cada un año no es tan positivo. Lamentablemente nunca estuve del todo tranquilo para poder desarrollarme en los clubes”.

¿Qué le faltó para rendir en River?

“Por más que yo estuviera en un buen nivel, jugaban Ponzio y Nacho Fernández en un gran nivel también. Para mí ellos están un escalón por encima del futbolista medio, que yo me considero un futbolista medio. Ellos están por encima de mi nivel. Yo me quedo tranquilo porque yo hice lo que tenía que hacer. Después, no me dio. Y también considero que es válido aceptar que ellos eran mejores que yo y está bien también. Yo ni aunque lo entrenara podía hacer lo que hacían ellos, confesó.

Su retiro del fútbol

Con tan solo 32 años, y luego de un paso por Italia, Arzura tomó la decisión de colgar los botines. “Es una decisión que pensé mucho. Me cansé de armar valijas y empezar de cero en un país y en otro, en una ciudad y en otra. Lo disfruté muchísimo, pero fueron muchos años y no quería arrastrar a mi familia”.

Sobre la decisión, reveló: “Primero empecé con algunas dudas, a preguntarme si quería seguir jugando y si lo estaba disfrutando. Harán 3, 4 o 5 meses atrás que dije ya está, llega junio y ya está. No voy a ponerme a entrenar por mi cuenta, a buscar club. No me pasa eso de decir, qué ganas de estar ahí adentro. Estoy muy contento con la decisión. Siento que se fue apagando un poco la llama”.