Enojo, bronca, decepción, dolor y frustración. Todo eso es lo que nos genera River por estos dias. Y son sentimientos que van mas alla de un resultado. Ganar es importante pero no es lo único. Acá lo que nos brota genuinamente es el desencanto por la imagen que vemos de River en un contexto de derrota. No es la derrota en sí, que por supuesto molesta. Lo que irrita es verlo resignado. Casi que rendido. Sin mostrar síntomas de reaccion o vergüenza deportiva. Capaz de perder ante el poderoso Palmeiras o el insignificante Deportivo Riestra y que todo de lo mismo. Nada cambie. Estamos en una etapa oscura donde los errores se repiten, los rendimientos son malos, las derrotas se suceden y el prestigio se va regalando.

No se puede tolerar la falta de respeto

Y ahí es donde debe estar el límite. En las actuaciones donde se le falta el respeto a la historia. En la ausencia del corazón para jugar a este deporte. En fallarle a la gente en momentos donde no se les puede fallar. Ayer fue el Día Internacional del Hincha de River en honor al nacimiento de un verdadero procer de nuestro Club como Labruna. Mejor no imaginar lo que hubiese dicho Angelito si veía jugar a su River de esta manera. No se puede perder con Riestra jugando en el Monumental. Una institución que de sus 80 años afiliado a la AFA, 70 los jugó en la D. No se puede ser un equipo tan frágil e inocente que se hace los goles solos. No se puede tener mas partidos como estos. Basta de tanta tibieza. Había que tirarle el Monumental encima a Riestra en su primera visita a nuestra casa. Hacerle sentir el peso de lo que significa pisar el césped de este escenario. Sin embargo el equipo visitante se sintió cómodo, realizó el partido que planificó y se dio el gusto de ganarle a River casi sin cruzar mitad de cancha. Se dedicó a defender, a meter gente en su área, a ceder la pelota y a implementar un rigor físico al tramite del encuentro. No se propuso atacar y le hizo 2 goles a River. Algo insolito por donde se lo mire. O no tanto si repasamos y revisamos como defiende River en los últimos 6 partidos.

Gallardo y jugadores, tomen nota

Hay que mejorar de manera urgente. Y este mensajes es tanto para los futbolistas como para Marcelo Gallardo. Se tiene que cortar con todo esto. Es momento de reaccionar. Cuesta asimilar tantas derrotas. Duele convivir con los fracasos deportivos en cada competencias que disputamos. Algunos se pueden entender, otros sinceramente no. A estos jugadores les viene faltando espíritu. Hay una situación mental que los tiene bloqueados. Por supuesto que también hay falencias en lo futbolístico. Todos vemos que se defiende mal, que no fluye el juego y que el ataque es previsible. Pero todo es consecuencia del factor anímico. Jugadores sin confianza que no se animan ni se comprometen. Nadie asume el riesgo de gambetear. Nadie se pone el equipo al hombro o se hace referencia de sus compañeros. Nadie se hace dueño de la pelota. Todos le escapan a esa responsabilidad y esperan que los salve el que tienen al lado. Falta jugar con pasión. Un atributo que deberia ser natural en cada jugador de River Plate. Hoy parecen estar cómodos. Sin hambre. Tienen grandes contratos. Entrenan en el mejor predio del país y juegan en el estadio más importante de América. Y sin embargo no logran destacarse. En esta época donde el “alentar en las malas” se impone al exigente “paladar negro”, provoca que sientan menos reproches en la cancha. En otra época grandes jugadores convivian con el murmullo del hincha. Habia equipos que aún ganando siempre eran reprobados por no jugar bien. Esto hoy no sucede. Puede haber silbidos al finalizar el partido que se pierde pero nada mas. La gente hoy banca más e insulta menos. Eso es para destacar, pero el jugador no debe abusar de esa paciencia.

Y por supuesto que haremos referencia al director técnico de River. Marcelo Gallardo hoy es el máximo responsable de este momento negativo. Como lider y cabeza de grupo debe asumir que su regreso hasta ahora no ha sido bueno. Pocas veces vimos en estos 14 meses de gestión un equipo parecido a los que supo construir en el pasado. Se equivocó con frecuencia y no logra dar en la tecla. Le costó mucho encontrar una formación y hacerla jugar bien. Casi nunca en este segundo ciclo, un equipo suyo logró representar al hincha y eso es algo delicado. Por eso salió a pedir publicamente despues de perder con Riestra. El sabe mas que nadie como son las cosas en este club. Su status como entrenador le permite tener espalda y tiempo para trabajar con tranquilidad. Es cierto que fue perdiendo consenso en la gente. Hoy recibe criticas que en otro periodo hubiesen sido impensadas, pero todavía no es el apuntado por el hincha. Aún mantiene el crédito intacto y es el único que recibe ovaciones en el Monumental.

Los hinchas empiezan a cuestionar decisiones de Gallardo.

En esta epoca de grieta riverplatense sobre el DT intentaré ser claro con mi pensamiento. Yo sigo confiando en la capacidad y en la sabiduría de Marcelo Gallardo. No coincido con aquellos que hablan de ciclo cumplido. Puedo notar los errores y criticarlo pero nunca pedir su cabeza. Hay un respeto ganado que no debemos olvidar. Tiene pergaminos de sobra para creer que puede dar vuelta la historia. Sigo considerando que es un excelente técnico y que todos sus logros no han sido de casualidad. Nadie puede perder sus conocimientos en un par de años. Debe recuperar su estilo y actitud. Volver a exprimir a sus futbolistas para sacar lo mejor de ellos. Es necesario que los contagie y pueda convencerlos de lo que tienen que hacer dentro de un campo de juego. Utilizar el manual del “Gallardismo ilustrado” para enderezar este barco que navega por aguas turbulentas. No es miedo ni complicidad desear su continuidad. Son las ganas de que le vaya bien y de que este plantel tenga al DT más capacitado sentado en el banco. En eso el Muñeco ya demostró que es muy bueno. Quizás el mejor. Por eso hay que confiar que de esta fea realidad se sale tomado de su mano. No soy Gallardista. River esta por encima de todos. Eso siempre debe ser así pero a no confundirse pidiendo ligeramente renuncias o despidos. Gallardo se ganó el respeto eterno de todos y lo que hizo debe estar siempre presente en nuestras memorias. Por supuesto que eso no provoca una perpetuidad en el cargo, pero si tiene ganada una oportunidad mas que los demás por ser el Tecnico de nuestros días mas felices. Gallardo anunció que no va a claudicar y que seguirá intentándolo. Ojalá que el jueves pueda darnos una alegría. El partido con Racing es de vital importancia para dejar atras derrotas que tanto duelen y empezar a soñar con festejos inmediatos. River debe ser campeón en este 2025 y en Rosario tendrá que empezar a demostrarlo.