River parece haber tocado fondo y no hay mucho de dónde agarrarse para soñar con una mejora futbolística, mental y actitudinal. La derrota de anoche por 1-0 ante Sarmiento expuso aún más cada una de las falencias del equipo. El hincha se hartó, le cantó sin filtro a los jugadores, los reprobó y también hizo lo propio con Marcelo Gallardo, máximo responsable esta crisis.
El Millonario lleva perdidos seis de los últimos siete partidos, algo que no pasaba hace 43 años, y puso en peligro su clasificación a la próxima Copa Libertadores mediante la tabla anual. Después del encuentro frente al equipo de Junín, Gallardo asistió a la conferencia de prensa -tardó más de lo normal y por un instante se creyó que no iba a hablar-.

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Respondió un total de siete preguntas y en todas mostró el mismo semblante: el de alguien afligido, abatido y hasta superado por la situación. Si bien en algunas respuestas el DT intentó ser optimista de alguna forma, partiendo de la autocrítica y de hacerse responsable del momento, no se lo vio, al menos en su tono y en sus gestos, convencido de sus dichos.
De hecho, la primera respuesta que dio ante la pregunta del periodista Gustavo Yarroch sobre cómo se hace para salir de este momento fue muy larga, sin una línea oratoria clara -fue armando el discurso como pudo sobre la marcha- y por momentos intentó no pisarse con sus propias palabras. Es decir, estaba a punto de arrancar una frase de cierta forma pero la terminaba iniciando de otra, seguramente evitando decir lo que realmente piensa.
Pocas veces se lo vio a Gallardo así, casi nunca en realidad, por eso la gente no pudo evitar notar el lenguaje corporal que mostró en la conferencia. Además, él sabe que las palabras ya no conforman a ningún hincha y que necesita respaldarlas de forma urgente con hechos. Sus discursos, que hablan más de sentimientos y no de cuestiones futbolísticas concretas, no alcanzan y posíblemente lo que más le preocupe sea que por primera vez en años realmente no le encuentra la vuelta a la ecuación.

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¿Qué dijo sobre su continuidad en River?
Si bien no se lo consultaron explícitamente, el propio Gallardo fue bastante contundente al abordar su futuro como entrenador de River. Cabe recordar que su contrato termina a fin de año. “Yo me pongo objetivos todo el tiempo, yo no vengo a vivir gratis acá. Vos dijiste ‘tenés una espalda gigante’ y no, tengo una espalda que haber vivido lo que hemos vivido me identifica con la gente. Después, los objetivos, claro que tengo. No vengo a vivir del pasado yo acá. Podría vivir del pasado disfrutando de otras cosas y de la vida, y no tengo ningún problema en admitirlo. Me gustan los desafíos. Mi desafío es permanente, conmigo como persona y como entrenador. Los objetivos me alimentan, y por eso esta adversidad no me va a hacer claudicar“.





