En agosto de 2017, Rafael Santos Borré llegó a River y la intención de Gallardo era ir llevándolo de a poco. El colombiano nunca había jugado en el fútbol argentino y la adaptación no siempre es sencilla. El nacido en Barranquilla venía de jugar la temporada anterior en el Villarreal, donde había convertido cuatro goles en 30 partidos. Con el correr de los meses, el Muñeco le fue dando oportunidades y su andar era irregular, no lograba asentarse en el equipo titular, pero al año siguiente comenzaron a llegar los goles que marcan, los importantes. Y el claro ejemplo es la Copa Libertadores 2018, en la cual le convirtió a Racing en octavos, a Independiente en cuartos de final y a Gremio en la semifinal, un tanto de suma importancia para lograr la épica remontada.

La confianza aumentó y Rafael Santos Borré pasó a ser una pieza determinante en el esquema de Gallardo, pero no solo por goles se ganó el lugar, sino por el sacrificio que realiza al momento de presionar bien arriba. Pasaron más de tres años desde su llegada y ayer pudo conseguir un gran logro personal y es el de alcanzar a Lucas Alario como máximo artillero en el ciclo de Marcelo Gallardo al frente de River. El Máquina anotó 41 goles y según sus propias palabras después del triunfo ante Liga de Quito, los hinchas de River pueden quedarse tranquilos, porque su cabeza está en Núñez y no tiene pensado emigrar.

En relación al récord compartido con Alario, el colombiano elogió al Pipa en la conferencia de prensa y sostuvo que es un gran futbolista y que tiene mucha técnica, pero que no considera que sean parecidos, ya que el ahora delantero del Bayer Leverkusen es un nueve más de área y en cambio Borré suele retroceder un poco más y puede asociarse al juego colectivo. En definitiva eso es lo que los hace diferentes.