Rodrigo Germán Aliendro. Esa es la pura verdad. Ese es el tweet. River le ganó a Defensa y Justicia un partido de seis puntos, fue una tromba durante 65 minutos y merecío golear. Se le cayeron las chances de gol de los bolsillos y la diferencia no fue mayor por su falta de eficacia (y también por las atajadas descomunales de Unsain, una constante contra River). Pero el mejor de la cancha por lejos y una vez más fue Aliendro.
El termómetro de la cancha y un pacman que apareció por todos lados. De dar un pase filtrado como número diez a recuperar en el piso como un número cinco en la jugada siguiente. Probó un derechazo al arco que casi se cuelga del ángulo y el Monumental se terminó de rendir a sus pies. “Alieeeeeeeeendro, Alieeeeeeeeeendro”, bajó al unísono de las tribunas por primera vez desde que viste el Manto Sagrado.
Dejó números sobresalientes de nuevo: fue el jugador con más quites (5), con más recuperaciones (10) y el que más faltas recibió. Dio una clase de fútbol y volvió a demostrar que es un futbolista completo. Se puede poner el overol para ensuciarse en defensa y la gamuza en el botín derecho para generar juego. Un jugador hecho a la medida de River, que juega como si tuviera 24 años y tiene 32.
“Muy agradecido por el cariño de la gente. Estoy muy feliz de donde estoy. Me da un poco de vergüenza hablar pero estoy muy contento por el rendimiento del equipo” declaró el Peti después del partido. Un perfil bajo que se traslada a su personalidad: no le gusta hablar frente a cámara y si puede lo evita.
La ovación del Monumental a Aliendro
ALIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE ALIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE