Cuando Marcelo Gallardo hace debutar a un juvenil en Primera y además en el corto tiempo lo incluye entre las posibles variantes del equipo es porque ese chico ha superado muchas etapas de estudio en su cabeza. Significa que las condiciones técnicas y mentales están a la altura de un equipo como River y de un funcionamiento como el que intenta promover el DT dentro de la cancha. Y en este 2020, además de la consolidación en Primera de Julián Álvarez, asoma cabeza a pasos agigantados Santiago Sosa.

El oriundo de Mercedes nació el 3 de mayo de 1999. Mide 1,79 metro, y pesa 78 kilos. En el año 2016 vivió sus primeras experiencias en la División Reserva de la mano de Facundo Villalba, y allí comenzó el último tramo de su gran proyección dentro del club. El debut en Primera llegó ni más ni menos que en la gloriosa Copa Libertadores 2018, cuando el Muñeco lo mandó a la cancha en la goleada ante Racing por 3-0, en el partido de vuelta de los octavos de final.

Y luego comenzó el proceso de adaptación y de maduración dentro del plantel y de la filosofía futbolística que tiene el Muñeco. Las oportunidades con el equipo fueron muy espaciadas o solamente en amistosos, pero el nuevo salto llegó de la mano de la Selección Argentina juvenil. Sosa no solo disputó en muy buen nivel el Sudamericano y Mundial Sub 20, sino que además fue uno de los sparrings del equipo nacional en pleno Mundial de Rusia, lo que para él fue una experiencia inolvidable cerca de las grandes figuras de nuestro país.

Todos aquellos acontecimientos captaron el interés del Everton de Inglaterra, quien estuvo muy cerca de llevárselo a mediados del 2019. Estaba todo acordado para hacerse el pase en una cifra millonaria, pero finalmente se cayó a último momento por cuestiones ligadas a permisos de trabajo que la Premier League no aceptó. Allí parecía que su ciclo en River podía estancarse, pero a comienzos del 2020 volvió a entrar en la rotación directa del equipo. Primero, previo a la pandemia, en el debut de la Libertadores ante Liga de Quito. Y curiosamente casi 8 meses después ante el mismo rival el Muñeco volvió a apostar por él para reemplazar a Nacho Fernández, en una nueva función que el DT viene trabajando con él desde hace algunos meses.

Sosa en su infancia, vestido de River junto a su papá (Archivo)

Sosa en su infancia, vestido de River junto a su papá (Archivo)

Pero el pibe además tiene un plus en su esqueleto, porque su fanatismo por River es total desde muy chico. Estuvo presente en varias ocasiones en las tribunas del Monumental alentando al equipo en su infancia y pre-adolescencia, y disfrutó a pleno sus épocas de alcanzapelotas justamente en el comienzo de la era Gallardo, cuando sus ídolos de aquel entonces comenzaban la era más gloriosa de la historia del club. Y hoy además al sueño de jugar en Primera se le sumó una extensión de su contrato hasta diciembre del 2022 por una cifra tremenda en su cláusula de rescisión que alcanza los 20.000.000 de euros.

Sosa junto a Matías Kranevitter, en sus épocas de alcanzapelotas (Santiago Sosa)

Sosa junto a Matías Kranevitter, en sus épocas de alcanzapelotas (Santiago Sosa)

Por otra parte, impulsado por sus convicciones y también por su entorno familiar, decidió no dejar los estudios de lado pese a su carrera profesional en el fútbol. Se encuentra en segundo año de la carrera de contador público en la UADE y, si bien no puede cursar muchas materias por año debido a que no tiene mucho tiempo libre, la idea es no abandonar esa feceta universitaria por el momento. Es un todoterreno dentro y fuera de la cancha, y por eso no sorprende que haya cautivado toda la atención del Muñeco.