River ganó 2 a 0 a Deportivo Táchira y consiguió el objetivo, casi sin despeinarse. El equipo de Martín Demichelis fue mucho más que elenco venezolano y se llevó una victoria que mereció largamente. El triunfo le permitió al Millonario terminar la fase de grupos como el mejor puntero de todos. Pero los hinchas deliraron en Núñez por otro detalle que nada tuvo que ver con el resultado ni con lo numérico.

Con el 1-0 a favor gracias al tanto de Miguel Borja en el inicio del segundo tiempo, Martín Demichelis decidió mover el banco de suplentes y darle a los hinchas de River un poco de lo que fueron a buscar: más minutos de Franco Mastantuono, Agustín Ruberto y Ian Subiabre. Tres productos cien por ciento genuinos del River Camp.

El primero en ingresar fue Ian Subiabre, a los 18 minutos, en reemplazo de Facundo Colidio. Diez minutos más tarde fue el turno de Agustín Ruberto, que tomó la posta de Pablo César Solari. Y cinco minutos después, Martín Demichelis mandó a la cancha a Franco Mastantuono por Claudio Echeverri. El Más Grande terminó jugando frente a Táchira con el “piberío” y los hinchas de River enloquecieron.

Ian Subiabre mostró la desfachatez para encarar y estuvo muy cerca del gol. Agustín Ruberto mostró presencia en el área y también tuvo un disparo que pasó muy cerca del poste. Y el más determinante fue otra vez Franco Mastantuono, que participó de manera directa en el segundo gol de la noche: hizo una gran maniobra para eludir al arquero y tocó al medio para asistir a Miguel Borja, que le dio un pase a la red.

Mastantuono, clave en el 2-0 de River frente a Táchira (Foto: Diego Haliasz / La Página Millonaria)

Mastantuono, clave en el 2-0 de River frente a Táchira (Foto: Diego Haliasz / La Página Millonaria)

Si en las tribunas del Monumental los hinchas de River enrojecieron sus manos para aplaudir y ovacionar a las nuevas joyas del semillero, en las redes sociales se vivió un fenómeno bastante similar. Los posteos en Twitter se volvieron tendencia en Argentina y la locura de los fanáticos fue total. El Millo volvió a disfrutar de su fábrica de cracks y los hinchas agradecieron.