El fútbol se volvió un deporte cada vez más físico y eso en los últimos años creció mucho. Hace algunas décadas era impensado que un futbolista le dedique tanto tiempo al gimnasio, pero los tiempos cambian y el equipo que no se amolde a las exigencias actuales tendrá una desventaja clara. Por eso es destacable lo que sucedió con River en los dos partidos que se quedó con un jugador menos en lo que va de 2023.

El pasado 19 de abril, River recibió a Sporting Cristal por la segunda jornada del Grupo D de la Copa Libertadores y antes del cierre del primer tiempo se quedó con uno menos. Enzo Díaz tuvo que derribar a un rival en la puerta del área cuando se disponía a marcar el empate -River lo ganaba 2 a 1- y el árbitro lo expulsó. Increíblemente de ese tiro libre llegó el empate y el Millonario tuvo que jugar todo el segundo tiempo con uno menos.

Pero no fue la única expulsión del año ya que el viernes pasado River visitó a Atlético Tucumán por la fecha 14 de la Liga Profesional y en un minuto de furia José Paradela vio la roja. A los 20 minutos tocó la pelota con la mano cuando pensó que había salido y por protestar vio la primera amarilla, a la salida de ese tiro libre le fue fuerte a un rival, vio la segunda amarilla y dejó al equipo con uno menos para jugar los próximos 70 minutos, una verdadera irresponsabilidad.

Mentalidad ganadora

Lo más destacado de ambos casos es que River logró -mediante el esfuerzo de los diez que quedaron en cancha- que nunca se note que estaba jugando con uno menos. Martín Demichelis no realizó cambios defensivos, sino que acomodó piezas para suplir el hueco que dejó el expulsado y en los dos partidos River fue superior a su rival jugando con uno menos. Ante Sporting Cristal anotó dos goles y terminó ganando 4 a 2 y frente a Atlético Tucumán convirtió uno y alcanzó el empate que lo dejó a siete puntos de su único escolta.