Cuando River venció 2-0 a Racing, el resultado no fue suficiente para reflejar la supremacía de aquel partido. Esta vez fue distinto porque, si bien la diferencia también dejó dos tantos entre un equipo y otro, la cuenta goleadora tuvo cuatro gritos sin haber tenido una actuación avasallante desde el punto de vista futbolístico.

Sin embargo, River justificó el triunfo porque exhibió un rendimiento completo en relación a su rival. Sacó una ventaja fundamental en apenas 23 minutos, producto de dos cabezazos -Lucas Martínez Quarta y Matías Suárez, tras centros de Cristian Ferreira y Camilo Mayada, respectivamente-, para hallar la tranquilidad tan necesaria.

Aunque Newell’s descontó enseguida a través de Alexis Rodríguez, River respondió con un golazo de Ferreira mediante un tiro libre sorpresivo. El enganche de 19 años fue decisivo en el 4-2, debido a que ejecutó el córner de la apertura del marcador, señaló el tercer tanto y fue víctima del penal que el ingresado Ignacio Scocco marcó a los 30 minutos del segundo tiempo.

La principal explicación para entender el resultado pasa por la contundencia de River, que supo aprovechar las facilidades que concedió la defensa visitante. Los jugadores desequilibrantes del Millonario no perdonaron e hicieron sentir la jerarquía. También hubo momentos de buen juego y sociedades para lastimar. Por eso, pese a que Luis Leal achicó la brecha en el tiempo de descuento, la victoria jamás corrió riesgo.

River obtuvo tres puntos indispensables para meterle presión a Atlético Tucumán en la zona de clasificación para la Copa Libertadores del año 2020. Igualó la línea del Decano, cuya próxima presentación será el lunes, desde las 17.10, en cancha de Banfield. La diferencia de gol favorece al equipo que dirige Marcelo Gallardo a cuatro fechas para el término de la Superliga, con un detalle: el domingo 10 de marzo se medirán en el norte.