Apareció como una de las grandes promesas de las divisiones juveniles del club. Fue compañero de futbolistas de la talla de Marcelo Gallardo, Ariel Ortega y Marcelo Salas, entre otros. Sin embargo, su camada no logró asentarse en la primera de River. Era el principio de unos años turbulentos. Y los pibes que aparecieron por aquel entonces lo pagaron caro.

Casi dos décadas después, René Lima recuerda ese momento con algo de nostalgia y cariño, más allá de todas las dificultades que se presentaron por aquel entonces: “Fuimos campeones, pero no logramos sostener eso. Fue una época en la que Boca tenía un mejor equipo. Ganaban seguido y capaz a nosotros nos costaba acomodarnos y competir”, explicó el ex volante millonario en diálogo con Bolavip Argentina.

La presencia del Muñeco en ese vestuario y todo lo que generó años después como entrenador del club fue otro tema de consulta obligada: “Tuve la suerte de tenerlo como compañero y se lo que él siente por el club. Una cosa es sentirlo y otra demostrarlo. Es impresionante el amor que tiene por River”, indicó.

Por su parte, René recordó una anécdota que pintaba a Gallardo de cuerpo entero: “En la previa a un clásico con Boca teníamos práctica de fútbol y yo estaba para los suplentes. Yo me tenía que ganar el lugar y Gallardo estaba entre algodones. En una jugada me encara, yo me tiro a barrer con todo, le pegué y se puso a gritar. Cuando entré al vestuario, él me llamó…y me felicitó por mi cruce. Ahí veías como lo vivía Gallardo. Te ayudaban a que mejores”, explicó.

Tras una eliminación dolorosa en la Copa Sudamericana 2007, René Lima se fue a Israel para jugar por Maccabi Haifa, pero a los seis meses pegó la vuelta al país y se puso la camiseta de Gimnasia de La Plata. Transitó por por varios clubes de primera y también del ascenso, pero el partido más difícil de todos fue un diagnóstico de cáncer testicular. Logró superar la enfermedad y ese es el mejor título de todos, más allá de los campeonatos que logró con la camiseta de River y de Argentinos Jrs.

Hoy mira la vida y el fútbol desde otro lugar. Mientras decide si cuelga los botines y arranca una carrera como DT, intenta disfrutar cada vez que puede ir al Monumental a ver el club de sus amores, ese que lo fue a buscar a Platense cuando todavía era un enganche juvenil que prometía: “Me llena de orgullo. Cuando voy a la cancha y me reconocen me pongo muy contento porque es el club que me vio nacer, que uno quiere tanto. Es muy lindo saber que vestí la camiseta de los clubes más importantes del mundo”, señaló Lima en una nota exclusiva con Bolavip Argentina.