La derrota por penales y la eliminación en la Copa de la Liga Profesional quedó atrás y River ya dio vuelta de página. La bronca y la desazón que dejó el partido en el Estadio Kempes ya forma parte del pasado. La idea del Millonario es barajar y dar de nuevo. Se viene una nueva final, la última del 2023, y el Más Grande necesita cerrar el año con una gran alegría.
Este martes por la mañana, el platel millonario volvió a verse las caras en el River Camp. Con la cabeza de River puesta en el Trofeo de Campeones, los dirigidos por Martín Demichelis regresaron a los trabajos en Ezeiza. Los futbolistas realizaron trabajos físicos y técnicos, con una buena noticia desde el vamos: Miguel Borja volvió a entrenar a la par de sus compañeros y ya dejó atrás su lesión musucular.
No fue la única buena nueva para River en Ezeiza. La otra novedad positiva es que Enzo Nicolás Pérez no sufrió secuelas de la molestia física con la que terminó el partido en Córdoba y que lo oblgó a salir en el complemento. El capitán del Más Grande también trabajó a la par del grupo. De no mediar ningún inconveniente, será parte de la final del Trofeo de Campeones el viernes 22 de diciembre en Santiago del Estero. ¿Será su último partido con el Manto Sagrado?
De La Cruz, diferenciado
No todas son buenas noticias para River. Más allá del regreso del Colibrí y que Enzo Pérez zafó de alguna lesión de gravedad, hay un futbolista que terminó averiado el último sábado en Córdoba. Se trata de Nicolás De La Cruz, que jugó prácticamente todo el encuentro con una molestia física evidente.
Este martes por la mañana, el mediocampista uruguayo trabajó de manera diferenciada por la misma dolencia que le impidió terminar el partido contra Rosario Central. Si bien en el cuerpo técnico no consideran necesario realizarle estudios médicos, sí tomaron la decisión de bajarle las cargas de entrenamientos. Estiman que así Nico De La Cruz llegará sin problemas al Trofeo de Campeones del 22/12.