No salió de la cantera de River ni tampoco vistió la camiseta del club, pero lleva los colores del club en la piel. Como tantos otros chicos que comienzan a jugar al fútbol desde muy pequeño, Miguel Almirón creció en Paraguay mirando y admirando al Más Grande. Parte de su familia paterna es argentina y de ahí su simpatía casi desde la cuna por el Millonario. Una pasión que dura hasta estos días.

El ex delantero de Lanús hoy la rompe en la Premier League. Es figura en el Newcastle y la diferencia horaria muchas veces juega en contra. Sin embargo, cada vez que tiene un tiempo libre y los entrenamientos se lo permiten, Miguel Almirón se prende a la televisión o a los dispositivos móviles para ver los partidos de River. El encuentro de este fin de semana frente a Boca no fue la excepción.

“Con mi familia siempre que puedo y cada que el horario me da, trato de ver los partidos de River, porque a veces acá lo pasan a la madrugada. Tengo que entrenar y no los puedo ver. El clásico sí, lo ví y fue un lindo partido“, reconoció un Miguel Almirón feliz y sonriente por el resultado del último superclásico.

Más allá del triunfo que consiguió el equipo de Martín Demichelis el último domingo en el Monumental, el ex Lanús reveló una historia que contó muy pocas veces: ¿por qué se hizo fanático del Millonario si nació en Paraguay? La respuesta fue contundente: “Cuando era chico veía los partidos con mi papá y mi tío. De parte de mi papá la familia son argentinos y por ellos me volví fanático en ese entonces. Por eso me hice el tatuaje a los 15 años”, explicó el atacante guaraní.