Noviembre del año 2014. Marcelo Gallardo ya era entrenador de River y metía a su equipo en las semifinales de la Copa Sudamericana tras vencer a Estudiantes. Luego vendría la serie ante Boca, cuya ida culminó sin goles en La Bombonera. Y dos días antes de la vuelta en Núñez (27/11),ocurriría un suceso duro para la vida de nuestro entrenador: el fallecimiento de su madre luego de una larga lucha contra una cruel enfermedad.

El vínculo que unía a Napoleón con Ana María siempre fue muy estrechoy él así lo hizo saber en más de una ocasión. De hecho, en la segunda parte de podcast que protagonizó junto a Juan Pablo Varskylo hizo una vez más y con detalles inéditos y emotivos.

Permanentemente se me vienen imágenes muy fuertes. Más allá de todos los recuerdos para con mi vieja que tengo, la última imagen que tuvo conmigo fue muy fuerte. Es difícil estar sentado en el banco y no recordarla. Hasta que pudo caminar, venía y me acompañaba. Se sentaba en la platea Belgrano y me acompañaba“, comenzó relatando el Muñeco.

Pisculichi va a abrazar a Gallardo en gol que eliminaría a Boca de la Sudamericana. (Foto: Getty)

Pisculichi va a abrazar a Gallardo en gol que eliminaría a Boca de la Sudamericana. (Foto: Getty)

Y fue entonces cuando Gallardo contó cuál fue la última vez que su madre pisó el estadio Monumental para estar ahí, junto a su hijo, una vez más: “Ante la negación médica, ella quería estar en un partido y ya le costaba. Hicieron toda una movida para llevarla. Fue por la Copa Sudamericana contra Estudiantes. Mientras este sentado en el banco de River voy a seguir teniendo esa imagen porque fue muy fuerte“.

Cuando ella se enferma yo me la pasaba entre el hospital y el club. Era todo el tiempo así. Ella quería terminar su vida en su cama, en su casa. Fue un gran dolor la pérdida de una persona tan amada como mi madre. Y después vino el triunfo con Boca. En ese momento, me sentí totalmente resguardado por ese grupo de personas que estaban conmigo. Fue un momento muy fuerte porque ese grupo de personas que estaba conmigo me dio una alegría muy emocionante”, cerró Marcelo, quien ya no cuenta con la presencia física de su mamá, pero que sin dudas es acompañado por su aura a donde vaya.