Es el caudillo de River en el mediocampo y suele recibir todas las patadas y empujones durante los 90 minutos. Al igual que casi todos los fines de semana, Enzo Pérez fue uno de los mejores de la cancha ante Boca y dejó la vida en cada pelota, a tal punto de que jugó todo el partido lesionado y nadie se enteró de su dolencia hasta después del mismo, cuando el propio volante contó lo sucedido.

El mendocino se fue del Monumental el domingo por la noche rengueando y con dificultad para caminar, por lo que las alarmas se encendieron en todo el cuerpo técnico y por eso se sometió a estudios médicos este martes por la mañana en el Centro Rossi, los cuales arrojaron malas noticias: Enzo tiene fisurado el quinto dedo del pie derecho y está en duda para jugar el sábado contra Banfield. 

La jugada de la lesión fue ni bien arrancó el partido, cuando Enzo le entró fuerte a Agustín Almendra y se ganó la tarjeta amarilla. Si bien no mostró ningún signo de dolor durante toda la tarde, allí fue donde el volante se lastimó y jugó todo el encuentro con el pie malherido. Sabiendo de su personalidad y sus ganas de estar siempre, es posible que el mendocino quiera jugar a toda costa contra Banfield y busque la forma de inmovilizar el dedo meñique para que no le moleste durante el partido, pero todo lo definirá el cuerpo médico en los próximos días en la evaluación diaria.