Leonardo Rubén Astrada mostró su temple y su personalidad desde el día uno que asomó en la Primera División. Siendo muy joven, se quedó con el puesto de volante central y fue uno de los grandes emblemas de una era dorada para River, en aquella década de 1990. No solo se convirtió en una pieza clave del equipo, el “termómetro” como le decía Lito Costa Febre en aquel entonces. Con el correr de los años, también fue la voz y el líder de un vestuario repleto de figuras.

Más allá del cariño y del reconocimiento de la gente, Leonardo Astrada tuvo que atravesar algunas situaciones poco felices en River. La primera de ellas fue una diferencia casi insalvable con Ramón Díaz. Hubo una suerte de “guerra fría” que se mantuvo durante unos años, hasta que el Negro decidió emigrar a Gremio porque en el día a día ya no había punto de retorno.

En una nota exclusiva con La Página Millonaria, Leo Astrada explicó qué fue lo que más le molestó de Ramón: “Nunca me fue frontal. Yo las cosas me las enteraba por terceros. Y es más, cuando me veía con él, me decía que los que tomaron la decisión son los directivos y ellos eran los que no me querían. Vos de chico te lo podés comer, pero de grande ya no porque te das cuenta de cómo son las cosas”, explicó el ex volante millonario.

El problema de Leonardo Astrada con Daniel Passarella

Además de sus diferencias insalvables con Ramón Ángel Díaz en su etapa como jugador, Leonardo Astrada rompió relaciones con otro protagonista muy importante del Mundo River, que primero lo tuvo como entrenador y luego como presidente. Se trata de Daniel Alberto Passarella, que “heredó” al Negro, que había sumido un par de meses antes de ganar las elecciones en 2009.

En un momento difícil tanto en lo deportivo como en lo institucional, Astrada comenzó su segunda etapa como entrenador del club tras la partida de Néstor Gorosito. Y ya con Daniel Passarella en el sillón presidencial, no duró demasiados partidos: dirigió 26 encuentros, en los cuales cosechó 7 triunfos, 8 empates y 11 derrotas. ¿Lo peor de todo? Se enteró que había sido despedido poco antes de abordar un avión, volviendo de Tucumán.

“Daniel se manejó mal”, afirmó el Negro ante la consulta de LPM. Y explicó por qué: “No por la decisión, porque él tenía todo el derecho de tomar la decisión que tomó. Fue la forma, la manera. Era esperar el momento que yo volviera a Buenos Aires, sentarse y decirme. Yo no lo entendí“, reconoció el ex DT del Más Grande.

“Además, yo posiblemente iba a estar un partido más o ninguno, porque tampoco quería perjudicar a River. Pero lo que sí me molestó fue la forma y escuchar que me cumplieron con todo lo que yo había pedido”, explicó un filóso Leonardo Astrada a la hora de hablar de Daniel Passarella como presidente del Más Grande.

Yo no me sentaría en tu mesa

Nicolás Distasio le propuso un juego a Leo Astrada: si tuviera en una mesa a Ramón Díaz y en otra a Daniel Passarella, ¿en cuál de las dos se sentaría y en cuál no? El ex volante central y ex entrenador de River no anduvo con vueltas y dejó una respuesta contundente.

“La realidad es que no me tendría que sentar en ninguna. Ramón porque nunca me fue frontal. Yo después no tengo disputa con Ramón. Es más, nos hemos cruzado después de mi retiro y en la despedida de Ariel (Ortega)”, explicó Astada.

Además, reveló que mantuvo algunas reuniones con el Pelado, en su última etapa en Paraguay: “Cuando yo dirigía a Cerro Porteño, él agarró la Selección y me junté con él porque me vino a consultar por jugadores que yo tenía. A mí lo que me correspondía en ese momento era colaborar. No tengo problemas con él, pero no soy su amigo y no soy falso. Lo que pasó, pasó y quedó ahí “, concluyó.