El Museo Legends de Madrid es uno de los más prestigiosos del mundo a nivel deportivo. El argentino Marcelo Ordass es quien lo lleva adelante y cuenta con indumentaria espectacular que enloquece a los fanáticos del fútbol en general y a los coleccionistas en particular. En Legends hay prendas emblemáticas originales que van desde camisetas de los Juegos Olímpicos de 1924 hasta el saco con el que Marcelo Gallardo vivió noches soñadas con su River en 2018.

Del Más Grande también se destacan camisetas de Mario Alberto Kempes de 1981, de Enzo Francescoli de 1996 y también la de Juanfer de la final de Madrid contra Boca. En lo que respecta a un ex River y una camiseta soñada, en el museo está a de Héctor Enrique de la Selección Argentina con la que ganó el Mundial de México en 1986. El proyecto de Marcelo Ordass es una verdadera locura para los fanáticos del fútbol ya que hay prendas de infinidad de equipos y selecciones.

Quien estuvo por Madrid hace algunos días -en la previa de la inauguración de su estatua– fue Marcelo Daniel Gallardo, el director técnico más ganador de la historia de River. El Muñeco le obsequió el saco con el que dirigió en la gran mayoría de los partidos de 2018, un año repleto de gloria que quedará marcado en la memoria del hincha del Más Grande por las finales ganadas a Boca: en marzo por la Supercopa Argentina y en diciembre por la Libertadores más importante de todos los tiempos.

Increíblemente, ese mismo saco lo había perdido Marcelo Gallardo. Agustín Islas le contó en su momento a La Página Millonaria que él en su momento trabajaba en un servicio de catering y fue el encargado de trabajar en la cena posterior a los festejos por el primer aniversario de la Libertadores. Aquella noche River había caído ante San Lorenzo y Agustín Islas fue uno de los mozos que atendió al plantel del Más Grande.

El Muñeco se fue sin su saco y Agustín decidió tomarlo, lo tuvo en su casa, se sacó algunas fotos con el mismo y hasta pensó en enmarcarlo y quedárselo, pero luego lo meditó y decidió que ese saco tenía que estar con su dueño y así fue que finalmente se lo devolvió al DT más ganador de la historia del club. Ahora ese saco es de todos y está expuesto en el museo Legends de Madrid.

¿Cómo decidió devolvérselo?

“Le hablé por Instagram a uno de los hijos de Marcelo pero nunca me respondió. En un momento se me había cruzado por la cabeza hacerlo encuadrar y colgarlo en mi casa, pero pensaba “mira si éste es su saco de la suerte, ¿cómo me lo voy a quedar yo?”. Les había contado a todos mis amigos lo que había pasado y un papá de un amigo también fanático de River me había ofrecido plata por el saco, pero en ningún momento se me cruzó por la cabeza venderlo. Si me lo quedaba, era un tesoro para mí. A los dos días me comunico con mis jefes y les comento la situación. Ellos hablan con las organizadoras del evento y justo se da que Marcelo había preguntado si el saco estaba en los quinchos”, le dijo Agustín Islas a La Página Millonaria.