Paulo Díaz fue una de las grandes figuras de River en el empate frente a Banfield. El chileno fue uno de los puntos altísimos de la defensa millonaria en un partido en el que ganó prácticamente la totalidad de los duelos defensivos, tanto por arriba como también por abajo. Tanto esfuerzo tuvo su merecido reconocimiento: los hinchas volvieron a cantar el clásico “chileno, chileno” luego de uno de los tantos cruces. Una fiera.

La entrega de Paulo Díaz fue tal que terminó el partido con una herida en la cabeza que obligó la intervención de los médicos del cuerpo técnico de Martín Demichelis. ¿Qué sucedió? En el ímpetu por ir en busca del triunfo, el caudillo de la defensa del Más Grande tuvo un choque de cabezas con un rival y el hombre de River se llevó la peor parte: debieron ponerle un apósito y un gorro “estilo nadador”. No pasó a mayores.

Mientras era asistido por los médicos, Paulo Díaz debió cambiar su camiseta, ya que estaba ensangrentada y por reglamento no podía volver a ingresar al campo de juego. En ese momento, el defensor chileno recibió el pedido de un pequeño fanático que estaba ubicado en la platea San Martín inferior. El futbolista millonario se acercó hasta su lugar y le obsequió su camiseta de juego. Un noble gesto en medio de un momento caliente del partido.

El tierno momento de Paulo Díaz en la previa de River-Banfield

Esa imagen de defensor aguerrido y con sangre en su camiseta contrasta fuertemente con lo que se vio en la previa del partido entre River y Banfield. Luego de realizar la entrada en calor y antes de ingresar a la zona de vestuarios, el chileno se cruzó con su familia. El jugador del Más Grande se detuvo y le dio un abrazo a sus hijos y un beso a su flamante esposa.

Minutos más tarde, el chileno ingresó al campo de juego con sus hijos como “mascotas” del equipo y vivió un emotivo momento familiar. Las redes sociales viralizaron el momento y los hinchas del Millo enloquecieron con la faceta más tierna del aguerrido defensor.