Javier Pinola ocupa un rol fundamental en el cuerpo técnico de Martín Demichelis. Es una de las voces que más escucha el entrenador, tanto en la semana como en el transcurso del partido. Y es una de esas figuras en las que se apoyó cuando las cosas no salían. La ascendencia del ex defensor millonario dentro del vestuario fue una de las claves para construir un grupo que volvió a festejar con una vuelta olímpica. La casa está en orden.
Sentado a la izquierda de Micho, Pinola se sentó esta mañana en la sala de prensa del River Camp para dejar algunas definiciones de lo que significaron estos primeros meses de un nuevo ciclo, que tuvo que ocupar los zapatos de Marcelo Gallardo, el entrenador más ganador de la historia del club: “Cuando hablábamos con Martín, lo notaba muy convencido de lo que quería y no había mucho más para decir. Después, nuestro deber era acompañarlo, ayudarlo, ir comentándole cómo era el grupo, qué calidad humana se iba a encontrar. No hay mucho para debatir ni para hacerlo dudar. Cuando uno está convencido tiene que ir hasta el final con esas ganas. Sí le dijimos que iba a tener una gran base, un gran grupo humano que lo iba a ayudar muchísimo, con el que se iba a hablar libremente”, expresó uno de los viejos caudillos del último lustro.
Javier Pinola tuvo que encarnar rápidamente la idea de que no iba a jugar más al fútbol en un contexto bravo para River: el defensor anunció su retiro en el amistoso frente al Betis en Mendoza, justo en el último partido de Marcelo Gallardo como DT. ¿Cómo hizo para asumir ese cambio tan drástico para pasar de ser jugador a integrante del nuevo cuerpo técnico? “Me ayudó mucho el cuerpo técnico y los jugadores también, porque siempre hubo un respeto enorme entre nosotros, siempre hubo confianza y respeto entre el grupo y yo. Ellos me dieron el lugar para hablarles cuando tenía que aconsejarles, puede parecer incómodo, pero no me costó para nada”, admitió.
Consultado por el trato con sus viejos compañeros, el ayudante de Demichelis no dudó nunca del rol que tenía que asumir: “Cuando decidí terminar la carrera que había construido, entendí que ese día se terminaba. Y me compenetré 100% en el nuevo desafío y obviamente que a lo largo de estos meses fui aprendiendo muchísimo y eso lo agradezco un montón. Es lo más valioso de todo. Cuando vos tenés gente inteligente, no hace falta alzar la voz o poner un límite, ellos mismo lo saben y nunca hubo una falta de respeto, entonces se hace más fácil todo”, añadió.
El respaldo para González Pirez
La conquista del título de la Liga Profesional consagró al mejor equipo del fútbol argentino, pero además reivindicó a varios futbolistas que atravesaron algunos focos de tormenta. Es el caso de González Pirez, que cambió murmullos por aplausos. Y coronó el torneó con un partido brillante fente a Estudiantes en la consagración: “Muchos le hemos vivido en carne propia. A mí me tocó ser compañero de él, muchas veces uno sufre a la par de su colega, siempre uno quiere que les vaya bien a sus compañeros. En ese caso a mí más todavía porque jugábamos en la misma posición. Todo el mérito es de él, se lo ganó solo y todo el respeto para él y para los defensores”, señaló.
Además, Javier Pinola resaltó que jugar en River no es para cualquier defensor y explicó por qué: “Nosotros tenemos una forma de defender específica y el que más rápido lo entendía iba a sacar una ventaja. Intentamos ser con cada uno de los defensores de la misma forma, pero lamentablemente juegan tres o cuatro defensores, había que elegir y él lo hizo muy bien. Creo que muchos lo hicieron bárbaro, pero la situación de Lenadro se destaca más. Nos sacamos el sombrero ante todos porque lo hicieron bárbaro. Nos enorgullece que se hayan identificado con esa forma”, manifestó en confernecia de prensa.
La figura es el equipo
Una de las cosas que más se resaltan en el armado del plantel de River es la armonía grupal. Una premisa que viene desde el ciclo de Marcelo Gallardo y que se sostuvo a pesar del cambio de mando: “Siempre nos basábamos en el compromiso que tiene cada uno. Los grandes siempre fuimos mostrando con ejemplos lo que había que hacer, inclusive con errores. Todos estaban muy comprometidos. De hecho, Agustín Fontana es uno de los más agradecidos con nosotros. El estar con sus compañeros le hizo muy bien. Bruno (Zuculini) siempre con la energía positiva que tenía, lo mismo Tomi Lecanda, Elías López, no nos queremos olvidar de ninguno y ellos siempre estuvieron presentes. Siempre apoyaron como uno más porque el grupo los hizo sentir así. Hoy festejan porque se lo merecen, el grupo es muy sano, siempre trató de ayudar y tirar para adelante”, reveló.
Para finalizar, Javier Pinola explicó cómo hacen desde le cuerpo técnico para gestionar los ánimos de todos, sobre todo en los casos de aquellos que no tienen tanta continuidad en los partidos: “Todos los que no sentamos acá hemos vivido en algún momento de nuestras carreras estar en el banco. Entendemos cuando alguno tiene cara triste o está enojado porque es normal, intentamos llevarlo de la mejor manera y estarles de igual manera o más de los que vienen teniendo más continuidad. De hecho, cuando se jugaba de noche, veníamos a entrenar con los que no jugaban porque se lo merecían. Cuando venís sin tanta continuidad, uno desea que estén al 100%, pero otra de las cosas es cuando uno está enojado. Que sea para esforzarse más, valoramos el día a día, no nos cambia un partido, sino que muchas decisiones van en relación a lo que pasa en ese día a día”, indicó.
“Se puede aceptar que estén enojados, pero hay que saber que ese día que no se brindan al 100% es un día que se pierde una gran oportunidad. Hay que hacerse fuerte desde lo mental, lamentablemente entran once ante un rico plantel con mucha calidad. Seguramente en algún momento nos equivocamos, pero siempre de buena fe. Quiero destacar al grupo porque el compromiso está y siempre hubo un gran respeto”, cerró.