El tiempo dirá qué lugar en el olimpo de los próceres riverplatense ocupará Enzo Nicolás Pérez, pero lo que está más que claro es que su lugar de privilegio lo tiene bien ganado. El mendocino se puso el peso encima de ser fanático del club y podría haberle salido mal, pero para los tipos como Enzo Pérez esos desafíos los hacen más grandes y no solamente cumplió con creces ante los hinchas, sino que también estuvo más que a la altura de la historia del club.
Muchas veces se dijo que Enzo Pérez es el representante de los hinchas en el campo de juego y es un rótulo que le calza a la perfección. Es emocionante verlo salir a la cancha con la misma ilusión que su primer día. Enzo sonríe cuando hay que sonreír, protesta cuando hay que protestar, mete cuando hay que meter, se pela cuando hay que pelearse, aporta templanza cuando hay que bajar un cambio. Es un capitán con todas las letras y probablemente sea recordado en las próximas décadas por su enorme liderazgo, su entrega y, lógicamente, por los títulos inolvidables que ganó con el club de sus amores.
No es fácil poner en palabras lo que significa Enzo Pérez para una generación y si bien adivinar el futuro no está en las posibilidades, lo que está claro es que con el mendocino sucederá lo mismo que con Labruna, Amadeo Carrizo o el Beto Alonso y es que los pibes que nunca lo vieron jugar lo van a idolatrar, van a hablar de él con ilusión, con devoción y será la bandera de aquellos que tuvimos el privilegio de verlo vestir su clásica camiseta número 24, pero también de la generación que viene que sabrá que hubo un mendocino que dejó todo en Europa para cumplir el sueño de jugar en el club de sus amores.
La llegada de Enzo
Enzo Pérez fue un jugador exquisito desde sus comienzos en Godoy Cruz, pasando por Estudiantes de La Plata, Benfica y también Valencia, club en el que comenzó a jugar un poco más cerrado, dejó de ser ese volante por derecha para pasar a ser un interno con muy buen manejo de pelota. Enzo tenía todo para continuar en Valencia, pero a mediados de 2017 habló con su representante y le dijo que quería jugar en River. Así fue que un 29 de junio y por una cifra cercana a los 3 millones de euros, Enzo Pérez arribó al club de sus amores.
Enzo Pérez ante Messi en un Valencia vs. Barcelona. (Foto: Getty).
La ilusión de vestir la camiseta y un período de adaptación
Enzo se mostró sumamente feliz tanto en su presentación como en sus primeros partidos con el Manto Sagrado, en los que jugó de doble cinco junto a Leo Ponzio. En el segundo semestre de 2017 se produjo la eliminación de la Libertadores ante Lanús y la posterior merma en el rendimiento general del equipo, lo que involucró a Enzo. Si bien no jugó mal en su primer semestre en River, le sirvió para readaptarse al fútbol argentino y sudamericano. En ese semestre conquistó la Copa Argentina.
2018, un año consagratorio
El comienzo de 2018 lejos estuvo de ser el ideal, a River le costaba mucho todo, pero con las incorporaciones que hizo le daba para ilusionarse con conseguir cosas importantes. Enzo empezó a tener mayor protagonismo y junto a Ponzio, Nacho Fernández y Pity Martínez conformó un mediocampo espectacular. La final contra Boca en Mendoza fue el puntapié de lo que luego vendría y fue una alegría enorme para Enzo ya que ganó la Supercopa Argentina ante el rival de toda la vida y en su provincia.
Ya a mitad de año empezó a jugar varios partidos como único volante central y acompañado con Exequiel Palacios y Nacho Fernández hicieron estragos. La historia de Madrid es conocida: River le ganó la final de la Copa Libertadores a Boca y el mendocino vivió su noche soñada, no solamente por haber jugado un gran partido, sino también por cumplir su sueño como hincha.
Afianzando su liderazgo
En los años siguientes, Enzo siguió en un gran nivel, jamás perdió la titularidad, se afianzó como volante central y en lo que respecta al vestuario cada vez fue tomando más protagonismo. Él, Pinola, Ponzio, Armani y Bologna fueron un poco los encargados de llevar adelante un grupo con pibes sumamente talentosos que no debían relajarse tras la conquista más importante de la historia. Ahí fue cuando Enzo sacó a relucir su liderazgo, el cual se sustenta con hechos, como debe ser.
Una muestra de amor nunca antes vista
El 19 de mayo de 2021 quedará en la memoria de todo el mundo del fútbol. Nunca antes un equipo había tenido que salir a jugar un partido únicamente con once futbolistas y que todos sean de campo. A River lo afectó un brote de Covid y solamente había once jugadores de campo disponibles, entre ellos Enzo Pérez que estaba con molestias físicas. Fueron once leones que consiguieron un increíble triunfo por 2 a 1 ante Independiente Santa Fe por la Copa Libertadores, pero uno solo de esos once leones fue un héroe y se llama Enzo Pérez, quien sin dudarlo le dijo a Gallardo que él sería el que defendería el arco más grande del mundo.
La idolatría absoluta
Luego de su gran noche bajo los tres palos, Enzo se ganó su lugar en el olimpo de los próceres riverplatenses, pero no se quedó con eso y siguió demostrando que es un futbolista diferente. Siguió ganando títulos, cumpliendo objetivos, dando todo, poniendo el pecho en las buenas, en las malas y en todas. No caben dudas que pasarán los años y Enzo Pérez será recordado para siempre.
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