La camiseta de River es pesada y no todos los futbolistas que arriban al club pueden rendir al máximo ni tener las actuaciones brillantes que seguramente los hicieron llegar a Nuñez. Casos hay muchos y uno de los más llamativos es el de Joaquín Arzura, futbolista que llegó a River en 2016 y después de jugar muy pocos partidos durante un año y medio, en 2017 partió a préstamo al Osasuna para comenzar un largo periplo de cesiones que ya lleva cinco consecutivas, la última al Panetolikos de Grecia.

El Millonario le pagó a Tigre 1.600.000 dólares por el 60% de su pase y el conjunto de Victoria se quedó con el 40% restante. Llegó en enero de 2016, cuando Gallardo no podía encontrar al volante central que reemplazara a Krannevitter e intentó apuntarle a los que en ese entonces destacaban en el fútbol argentino -Domingo, Arzura y luego llegaría Iván Rossi-. Durante su estadía en Nuñez jugó solo 19 partidos, alternando titularidad y suplencia, y le marcó un gol a Unión por Copa Argentina.

A mediados de 2017 el Muñeco le bajó el pulgar y el mediocampista tuvo que continuar su carrera en otro lado. Recaló en Osasuna de España, luego en Almeria, Nacional de Uruguay, tuvo un fugaz paso por Huracán -solo jugó cuatro partidos- y su último destino fue el Panetolikos de Grecia. Todos los equipos tuvieron opción de compra, la última de 600 mil euros, pero ninguno se convenció de sus actuaciones como para ejecutarla y por eso sigue perteneciendo a River, que todavía sueña con recuperar algo de la inversión.

El volante tiene contrato con River hasta diciembre de 2022. (Foto: Getty).

El volante tiene contrato con River hasta diciembre de 2022. (Foto: Getty).

¿Qué será del futuro de Arzura?

El ex Tigre tiene contrato con el Más Grande hasta el 31 de diciembre de 2022 y deberá definir su nuevo destino, seguramente a préstamo otra vez, en los próximos días. La rescisión de contrato también es una opción pero al Tigre tener el otro 40% del pase, no es tan sencillo porque River debería ponerse de acuerdo con el Matador, que perdería su beneficio si el jugador se va libre y podría iniciar un reclamo o demanda. Por lo pronto, Arzura empezará a entrenarse a la espera de una definición sobre su futuro.