En el fútbol profesional hay que estar en todos los detalles posibles para ganar un partido. No alcanza simplemente con planificar una disposición táctica e imaginar distintos escenarios de juego, sino que también hay que estar con los ojos puestos en pequeñas cuestiones, que pueden parecer insignificantes, pero que en el combo terminan teniendo preponderancia. Como por ejemplo, el estado y el tipo de césped utilizado en el Estadio Monumental.
Desde hace tiempo que el campo de juego del Vespucio Liberti es un billar y el fútbol de River fluye cada vez mejor, pero Martín Demichelis reveló un detalle impensado que decidió atender en la antesala de la goleada por 3 a 0 sobre Gimnasia de La Plata para seguir liderando el campeonato: la altura del pasto.
“Era un partido difícil desde lo emocional, Gimansia hacía 9 cambios pero a la gente y a los propios jugadores los podía confundir. El fútbol argentino es muy competitivo y cualquiera le gana a cualquiera“, marcó Micho en su análisis del rival, para luego dar paso al tema del campo de juego.
“Es cierto que el primer tiempo nos costó tener esa circulación de pases que tuvimos en otro partido. La cancha estaba rapidísima, la primera vez que la bajamos a 22, puede ser un error mío. Cosas a tener en cuenta y corregir. Después por momentos encontramos esa fluidez de pases. Con los minutos fuimos contundentes y muy sólidos“, esgrimió.
Durante el segundo tiempo, a los jugadores del Millonario le costaron más de lo normal algunos controles y pases sencillos y el DT encontró explicación en ese cambio de altura en el pasto, lo que hizo que la pelota tenga menos resistencia mientras se desplazaba.
No es la primera vez que un DT de River toma la decisión de bajar el corte del césped: anteriormente, Marcelo Gallardo también había solicitado que el corte pase de 26 a 22 milimetros para favorecer el juego de sus futbolistas y que el balón pase rápido por los distintos sectores.