El fútbol argentino es increíble. Increíble para mal. Partiendo de la base de que anoche River disputó un partido ante Banfield que no estaba escrito en ningún reglamento y por un torneo de hace tres años, todo lo que se desprenda de eso será polémico y desprolijo. El Millonario sufrió pero le ganó bien al Taladro por 3-2 y deberá medirse con Boca por el Trofeo de Campeones 2020, pero la pregunta del millón es cuándo y dónde se jugará ese encuentro. Nadie lo sabe.
Lo más llamativo es que la Asociación del Fútbol Argentino, por intermedio de la Liga Profesional, ya había oficializado cuándo debía jugarse este partido, independientemente de los rivales. Claro, sabemos que cuando River y Boca deben enfrentarse las cosas cambias, entran más elementos en juego y la “rosca” por sacar algún beneficio se hace presente.
En un comunicado con fecha del 19 de octubre del año pasado, la Liga informó que el Trofeo de Campeones 2020, postergado por la pandemia, tenga fecha confirmada de realización: miércoles 1 de marzo de 2023 en sede neutral a designar. Unos meses después, lo escrito con la mano parece ir camino a ser borrado con el codo porque es imposible que River y Boca jueguen la semana que viene.
Primero porque para ese día terminó pactándose la Supercopa Argentina 2022 entre Boca y Patronato y segundo porque la casa madre del fútbol argentino no quería que se disputara primero una final de un torneo de hace tres años que la de uno correspondiente al año pasado. Eliminada esta chance, por lo bajoasoma la fecha del 17 de mayo, en uno de los pocos huecos que ofrece el calendario de la Copa Libertadores (comienza en abril).
También se barajó el 15 de marzo como fecha probable, pero dado al apretado calendario de los dos equipos (River juega el 8 de marzo por Copa Argentina y Boca el 25), parece imposible que la final superclásica acontezca en el mes de marzo. Se vendrán semanas de mucha rosca, reuniones y definiciones sobre dónde y cuándo se jugará el bendito partido.
