River ganó 3-0 contra Racing y unos 68.000 hinchas disfrutaron muchísimo en el estadio Monumental, donde gastaron al rival de turno y se burlaron de Centurión.

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Núñez tuvo una noche de fiesta en pleno día de semana. El barrio se vistió de rojo y blanco para una nueva cita de gala correspondiente a la Copa Libertadores, en este caso por los octavos de final. Como siempre, River estuvo a la altura de las circunstancias para que su gente pudiera disfrutar de una nueva clasificación, incluyendo un categórico 3-0 sobre Racing. Más allá de la sana locura que se vivió en las tribunas, hubo una cuota de responsabilidad colectiva porque se evitó el uso de bengalas, clave para evitar una fuerte multa hacia el club o, peor aún, una sanción que obligara a jugar sin público el próximo partido en casa.

Con cintas a tono en la cabecera Sívori, el recibimiento se hizo sentir al grito de un ensordecedor “River, mi buen amigo” mientras el cielo se iluminaba a través de los fuegos artificiales que salieron desde las entrañas del club, lejos del estadio. “Vamos, los millos, hay que poner más huevos” surgió como primera melodía al minuto de juego, seguida por “yo soy del gallinero”. El gol de Lucas Pratto causó una alegría enorme y hasta generó una postal digna de contar: un hincha que no eligió el mejor momento para ir al baño en la platea Belgrano Baja y apareció gritando el gol al salir de ahí. Antes del segundo gol se hizo escuchar “el que no salta, abandonó”, utilizado cerca del final para chicanear a Ricardo Centurión, expulsado luego de un picante ida y vuelta con Enzo Pérez, ovacionado.

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El segundo gol llegó acompañado de “quiero la Libertadores”, ese pedido tan especial. Entusiasmada y feliz, la gente respaldó a Pratto, lo aplaudió cuando fue reemplazado, y también retribuyó con fuertes aplausos el esfuerzo de Milton Casco. Además, aunque no estuvo en el banco de suplentes, existió la habitual muestra de cariño para Marcelo Gallardo: “Muñeeecooo, Muñeeecooo”.

A pocas semanas para el Superclásico, también hubo espacio para saludar al eterno rival: “Es para vos, es para vos, bostero, pu…, la pu… que te parió”. Sin embargo, esta vez, tras los reclamos ante la Conmebol y ese clima tan caliente que se dio en los días previos a la revancha, La Academia se llevó varias dedicatorias. Desde “mirá, mirá, mirá, sacale una foto, se van a Avellaneda con…” hasta “un minuto de silencio para Racing que está muerto”, pasando por “que nacieron hijos, hijos nuestros morirán”.

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