El lateral izquierdo Millonario se destacó en un equipo que ofreció una entrega espectacular. Se hizo amo y señor de su banda y le colocó un centro magistral a Alario en el primer tanto.

No había tenido un buen rendimiento en el encuentro de ida desarrollado en Monterrey. En dicho compromiso, Leonel Vangioni había sufrido mucho con los desbordes de Jurgen Damm y el equipo casi lo paga caro. Sin embargo, el santafesino tuvo una actuación muy diferente en el Estadio Monumental.

Hoy, en el cotejo de vuelta que consagró al Millonario como campeón de la Copa Libertadores de América luego de una contundente goleada 3-0 sobre Tigres, Vangioni sobresalió en un equipo que no tuvo lirismo, galera y bastón, pero que sí tuvo una personalidad inmensa.

Tras un comienzo con algunas dudas, Vangioni terminó adueñándose de la banda izquierda de River. Neutralizó al propio Damm y lo redujo a la mínima expresión. Pero su mejor faceta tuvo que ver con las proyecciones, ya que lastimó cada vez que se mandó al ataque.

La acción más destacada del jugador surgido de las divisiones inferiores de Newell’s Old Boys fue más que importante: la peleó, se animó, y, luego de una gran maniobra individual, le envió un centro maravilloso a Lucas Alario, que, con un gran golpe de cabeza, abrió la cuenta en el Estadio Monumental.

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