Luz, cámara, acción: el domingo presentó todos los elementos necesarios para que la gente de River disfrutara de un día histórico. Clima ideal, Monumental colmado, un recibimiento récord y un equipo completamente superior al eterno rival, pero falló la estocada final y el día ideal quedó incompleto.

Desde que la fecha y el horario para el River – Boca estaba confirmado, los hinchas del Campeón de América no podíamos dejar de pensar en ese día. Y finalmente llegó, domingo 6 de marzo, a las 17 horas en el Antonio Vespucio Liberti.

La gente comenzó a circular por los alrededores del Monumental desde temprano y promediando las 13.15hs algunos ingresaron para poder elegir su ubicación sin ningún problema. Otros, aprovecharon el hermoso domingo y el horario para comer en los puestitos aledaños. Choripanes, hamburguesas y sándwiches de bondiola decoraron el cóctel perfecto: domingo, fútbol, chori y River.

El buzo verde de Barovero fue la prenda más elegida por los pequeños hinchas del Millo, los más grandes lucieron el modelo tradicional de la camiseta titular, modelo nuevo, viejo y hasta retro. También se vieron algunas de otros equipos donde militan ex-River, como la del Everton de Ramiro Funes Mori.

Se acercaba la hora del comienzo y la gente desfilaba por Udaondo y Figueroa Alcorta: “Todos los domingos a la tarde, yo vengo a alentarte”. Finalmente, cuando River saltó al campo de juego, el récord se hizo visible. 65.000 globos largos rojos y blancos flamearon al ritmo de “River, mi buen amigo”. El clima general era de fiesta, una película que marchaba perfecta y que debería tener un final soñado.

El trámite del “filme” sumaba al plan ideal. El equipo de Gallardo doblegaba a Boca por todos los sectores, los “uuuh” bajaban de todas las tribunas, lo tuvo Alario, Mora y hasta Ponzio. El tiempo pasaba y River seguía siendo superior, pero el gol no llegaba.

Hubo tiempo para cantar, saltar por los colores, melodías interrumpidas por las onomatopeyas de los hinchas ante cada embate de La Banda que chocó ante limitaciones propias por la falta de puntería. Y finalmente el tiempo se consumió y la película tuvo un cierre abrupto.

0 a 0 y la algarabía mutó en bronca, rabia por no haber ganado lo que parecía imposible no ganar. Quedarán las postales del domingo 6 de marzo del 2016, donde sobró color, entusiasmo y fiesta. Faltó el grito de gol. Que llegue el 24 de abril, y esta saga termine como se merece.

+ FOTOS: Las imágenes del Superclásico:

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+ JUGADOR X JUGADOR: Los puntajes.

+ BRONCA: Gallardo lamentó el empate.

+ ACERTÓ: Al Muñe le salieron bien las apuestas.

+ REDES SOCIALES: Así lo vivieron los ex-River.