(Bahía Blanca – Enviado especial) Cerca de 5.000 hinchas, bajo la condición de neutrales aunque con varias camisetas y globos, alentaron al campeón de América en la visita al Sur de la provincia de Buenos Aires. Cantaron muchísimo.

Más de 600 kilómetros separan al Monumental del estadio Roberto Natalio Carminatti. Sin embargo, River tuvo un respaldo admirable. “Y ya lo ve, y ya lo ve, somos locales otra vez” entonaron los casi 5.000 simpatizantes, de Bahía Blanca y alrededores, en la cabecera de la calle Chile. A un valor de $ 350, se aseguraron un lugar para ver al Más Grande desde una tribuna que estuvo sobrepasada. Quienes se quedaron afuera optaron por la TV y la radio, pero un grupo de atrevidos fue más allá y se animó a observar el encuentro desde el techo de un galpón tan abandonado como Boca en la noche del gas pimienta.

A propósito de situaciones vinculadas a la deserción, el hit de la gente del Millonario fue con recuerdo para el 14 de mayo pasado: “El que no salta, abandonó”. También hubo espacio, dentro de un repertorio muy amplío -especialmente en la antesala-, para la bienvenida hacia el equipo mediante el grito: “River, mi buen amigo, esta campaña volveremo’ a estar contigo”. Minutos antes, durante la entrada en calor, surgió la ovación para Marcelo Barovero: “Trapiiitooo, Trapiiitooo”. Los otros mimados fueron Marcelo Gallardo (“Muñeeecooo, Muñeeecooo”) y Leonel Vangioni, al ser atendido por su lesión: “Olé, olé, olé, olé, Piri, Piri”.

Además del aliento, existió una cuota de colorido. Pese a que el control policial fue exhaustivo, tal como ocurrió el año pasado, el ingenio popular halló resquicios. La presencia de globos rojos y blancos, sumado a varias camisetas y una bandera palo, le dio un marco agradable al sector destinado a los hinchas de River. ¿Otras melodías? “Señores, yo soy del Gallinero, a River lo sigo adonde va, no importa en qué cancha juguemos” y “tiraste gas, abandonaste, lo suspendiste porque no tenés aguante”. Hasta intercambiaron un duelo verbal con la parcialidad de Olimpo, mientras un drone registraba todo el color de las tribunas.

Luego del gol aumentó la efervescencia y creció el apoyo a través de canciones, sin dejar de lado algunos reclamos al árbitro Patricio Loustau -logró unanimidad porque fue insultado por los locales- y la felicitación con aplausos, aclamación incluida, hacia Eder Álvarez Balanta: “Olé, olé, olé, olé, Negrooo, Negrooo”. Durante los instantes finales se comenzó a palpitar el Superclásico del próximo fin de semana. Es por eso que la despedida fue mediante un mensaje claro: “El domingo, cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”.

+ EL GOL: Así fue el 1 a 0 de Piscu.

+ FOTOS: Las imágenes del partido.

+ AY, PIRI: Vangioni pidió el cambio.

+ POSICIONES: Así está la tabla.

+ FIXTURE: Mirá cómo sigue la undécima fecha.