Saracchi remarcó el valor que tiene vestir el manto sagrado y explicó por qué elogió a Gallardo en Twitter mucho antes de que su nombre sonara en Núñez. Además, habló sobre su posición original y reveló cuál fue la charla que tuvo con el Muñeco cuando se incorporó al plantel.

Tiene apenas 19 años. Si no utilizara la ropa de River, pasaría inadvertido porque es un joven sencillo, terrenal, con una sonrisa a mano y predispuesto a la charla de manera natural, sin el testimonio forzado ni extremadamente cauto. Así se presenta Marcelo Saracchi, adaptado a Buenos Aires al punto de evitar las clásicas muletillas del otro lado del Río de La Plata.

En una entrevista exclusiva con La Página Millonaria, Chelo admitió que le gustaba mirar al River de Marcelo Gallardo antes de que se imaginara la posibilidad de vestir el manto sagrado. Por eso, buscando minuciosamente en Twitter, se puede hallar un comentario con fecha el 15 de diciembre de 2016 (“impresionante Gallardo”), destacando un nuevo título de ese equipo tan ganador que ahora integra.

-¿Cómo es tu adaptación a River?

-La verdad que ya me siento definitivamente parte del grupo. Pensé que me iba a costar un poco más, pero cuando llegué se me facilitó mucho con mis compañeros uruguayos. El grupo es muy bueno, increíble. Son todos buenos compañeros, no hay maldad para nada.

-¿Ayuda mucho el hecho de tener varios compañeros uruguayos?

-Sí, porque tenemos las mismas costumbres. A veces hablamos palabras diferentes que acá no se usan como el “bo” (NdeR: el mismo significado que en Argentina tiene decirle “che” a alguien en una conversación). Ayuda mucho porque cuando hay un uruguayo, se te acerca como amigo.

-¿Para vos qué representa poder tratar a Francescoli?

-No llegué a verlo jugar, pero él, Forlán, el Chino Recoba son ídolos. Tenerlo de cerca a Enzo es increíble para lo que somos uruguayos.

-¿Qué te sorprendió del Mundo River?

-Lo que más me sorprendió fue la prensa. Unos días antes de que firme, me escribían todos por Whatsapp. Un día salí del cine y me llegaban todos los mensajes. Habré tenido 30 mensajes de Whatsapp y me seguían llegando, no entendía cómo sacaban mi número. En Uruguay no sucede así.

-¿Ya te reconoce la gente en la calle o todavía no?

-No, gracias a Dios, no, porque a mí me gusta mucho salir a tomar mate, ir a los bosques de Palermo. A veces me doy cuenta que alguno está sentado cerca y dice “mirá, Saracchi”. Miro para otro lado, la verdad que no me gusta porque me gusta estar tranquilo y me da un poco de vergüenza.

-El hincha de River ya te tomó cariño futbolístico, ¿estás preparado para cuando te reconozca?

-Sí, estoy preparado, pero también me gusta ir al shopping, estar tranquilo porque lo siento parte de mi privacidad. Pero también sé que soy jugador de fútbol y que es muy común, y más estando en un equipo grande de la Argentina.

-¿Qué sentiste la primera vez que jugaste en el Monumental?

-Muchos nervios. No bien entré a la cancha para hacer la entrada en calor, no miré la tribuna para arriba, escuchaba nomás. No quería más nervios. Después, a medida que fueron pasando los minutos, fui levantando la cabeza y mirando para todo el estadio. Quería estar más concentrado que otra cosa, era mi primer partido en River.

-¿Qué te genera el hincha de River?

-Es una locura. En Uruguay no estás para nada acostumbrado a esto. Es mucha motivación jugar siempre con el estadio lleno. Vamos a Mendoza, San Juan o Formosa, y siempre hay gente de River… ¡Es increíble! Si no estás motivado en un equipo así, no jugués más al fútbol.

-Más allá de que existen algunas similitudes, ¿cuáles son las diferencias que encontrás entre el fútbol argentino y el uruguayo?

-La dinámica y la cantidad de partidos que jugás. Creo que en parte mi lesión (NdeR: una distensión en el isquiotibial derecho) vino por eso, yo no estaba acostumbrado a jugar muchos partidos seguidos. En Uruguay jugaba los fines de semana, acá hay Libertadores, Copa Argentina y el campeonato. Tal vez sucede en clubes grandes como River o Boca. Me costó un poco y por eso vino mi lesión. Fue mi primera lesión muscular. Había tenido sobrecargas, pero nunca tuve una lesión. Nunca me había perdido un partido por una lesión muscular. Lo más grave fue cuando intenté volver antes del partido contra Boca, me apuré y tuve que salir, por eso la lesión tardó mucho más. Tampoco fue un error porque venía mostrando que estaba bien, pero hay movimientos del fútbol que no están pronosticados.

-¿Siempre fuiste lateral izquierdo o tu posición es otra?

-No, siempre fui volante por izquierda. Lateral llevado a volante, como quien dice. Siempre me gustó jugar de lateral, pero como yo era más ofensivo me pasaron a volante porque en Uruguay no se usa mucho los laterales ofensivos, están más posicionados, son más de marca. En Danubio jugaba más de volante. Leo (NdeR: Ramos, su técnico en ese entonces, de pasado como zaguero en River) fue el que me colocó de volante.

-¿Qué te pide Gallardo?

-Marcelo ya me había visto, no me pide diferente a lo que venía haciendo. Nunca vino y me dijo “tenés que cambiar esto y hacer esto”. Él ya sabe cómo juego, es el estilo que quiera acá en River. Nunca me dijo “tratá de defender un poco más o tratá de atacar un poco más” porque él sabe cómo jugaba yo y es cómo le gustaba también.

-¿Cuándo fue el primer contacto con Marcelo?

-Él nunca habló conmigo, habló con mi representante, el Chino Recoba porque él tenía afinidad de Nacional. Habló conmigo cuando llegué, pero tampoco fue una charla de fútbol, fue algo personal. Me preguntó por mi familia, cómo estaba compuesta. No hablamos mucho de fútbol.

-Revisando Twitter, cuando River ganó la Copa Argentina escribiste un tuit dice “impresionante Gallardo”, ¿por qué se dio?

-Fue totalmente ajeno porque no era con ningún fin, yo ahí no sabía nada de River. Miraba mucho a River, me encantaba el estilo porque era un equipo que cuando tenía que meter, metía; y cuando tenía que jugar, jugaba; si tenía que pagar una patada, la pegaba. Eso era lo que me gustaba y, aparte, ganó todo. Lo popular era River, lo que más se veía. Está ese tuit y mucho más, hay uno sobre Barovero.

-¿Empezaste a ver al River de Gallardo o ya te interesaba River desde antes?

-No, lo empecé a ver ahí. Tengo un amigo, Maxi Rodríguez, con el que jugábamos en las Inferiores de Danubio. Yo vivía con él, miraba mucho a River, él era fanático. Yo empecé a mirarlo y ahí me empezó a gustar mucho más.

-¿Qué jugadores mirás en tu puesto de lateral?

-Miro mucho fútbol de elite, a Marcelo y Danil Alves, que son jugadores que juegan muy ofensivamente. Miro más lo ofensivo que lo defensivo.

-¿Cuáles son tus sueños con River?

-Cuando llegás a un equipo grande, lo que tenés que imponerte como meta es ganar todo porque te lo exige. Ahora nosotros estamos en una final de Copa Argentina. El otro día fuimos a un banco con Cami (Mayada) y el del estacionamiento, le preguntamos si estaba contento por la final de la Copa Argentina y nos dijo que no, que estaba decepcionado (NdeR: si bien no lo especificó, Chelo se refería a que el empleado soñaba con la Libertadores). Siempre te van a pedir que ganes todo, no importa que estés en una final, los hinchas van a querer ganar la Libertadores, el campeonato. Entonces, el objetivo principal de nosotros siempre va a ser apuntar a lo más alto, pero ir partido a partido.

-Hace poco salió una lista en la cual formabas parte de los 100 mejores juveniles del mundo y en la misma nota del medio decía que te quiso Inter de Milan, ¿te buscó algún club europeo antes de llegar a River?

-Sí, estaba la posibilidad de ir a otro equipo, pero como en Uruguay se maneja otro mercado, no salió por eso. Esperan confirmaciones y después pegar el salto a Europa. Se dio lo de River y tanto a mí como mi representante nos encantó, era un muy buena chance. Es un equipo grande, peleando siempre por todo y tratando de ganar todo. Estar en esa lista me dio orgullo y felicidad, pero creo que no marca nada porque en esto del fútbol cuántas veces hemos visto jugadores que hemos dicho “qué crack que fue y nos preguntamos qué estará haciendo ahora”. No te muestra nada, sólo que hiciste las cosas bien hasta ahora, pero te quedan 20 años más de carrera.

-Te tocó jugar en varias selecciones de Uruguay e incluso jugaste dos mundiales Sub 20, ¿soñás con Rusia 2018 o lo ves lejano?

-Yo lo veo un poco lejano porque veo bien a la Selección de Uruguay y, conociendo al Maestro Tabárez, es mucho del proyecto, de que los jugadores tienen que tener su tiempo. Obviamente, me ilusiono, pero no lo veo; y si viene, será algo del sacrificio y del fruto de lo que estoy haciendo acá.

La charla termina en el predio de Ezeiza. Saracchi jamás se mostró apurado durante los 12 minutos de conversación. Aunque prefiere pasar inadvertido, sabe que tarde o temprano -posiblemente esto último- lo conocerán en las calles porteñas. Mientras tanto, al devolver el saludo de La Página Millonaria, el lateral de características ofensivas responde con su impronta uruguaya: “Vamo’ arriba”.

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