En el fútbol argentino siempre se suele decir que cuando “las papas queman”, los jugadores de las Inferiores son los que siempre terminan apagando el incendio futbolístico que pueda estar atravesando algún plantel. En muchos equipos pero sobre todo en River, los futbolistas surgidos en el club tienen un rol cada vez más importante dentro de la cancha, porque es uno de los principios de Gallardo desde que está en el club pero también porque se dan salidas de jugadores importantes y merma de rendimientos en algunos de los refuerzos.
Con todo ese combo, emergen figuras como las de Benjamín Rollheiser y Santiago Simón, dos futbolistas que están teniendo su revancha en el plantel profesional después de haber debutado en distintos momentos y contextos y después verse obligados a bajar a Reserva.Cada vez que suman minutos le demuestran al Muñeco su capacidad para ser un recambio confiable cuando los de adentro no pueden cambiar la ecuación de algún partido.
Frente a Independiente y Newell’s, el primer cambio de Gallardo fue Rollheiser. El cordobés le aporta frescura a un ataque que muchas veces cae en lagunas y si bien todavía no pudo marcar un gol en los 27 partidos que lleva jugados en Primera, es una carta que el Muñeco se guarda para los segundos tiempos, por su velocidad, capacidad de asociación con los volantes y siempre buscar el arco contrario. Benja se perdió casi todo el 2020 por una rotura de ligamento cruzado sufrida en febrero y por eso este presente significa una revancha personal y una nueva posibilidad de demostrar.
Simón, habitual titular en Reserva, debutó en abril contra Central Córdoba y es una opción interesante cuando el equipo necesitaayuda en el retroceso y la contención por los costados pero sin perder la posibilidad de algún contraataque. Sumó minutos el último miércoles frente a Newell’s y también en el empate con Gimnasia en La Plata.