(Incluye estadísticas) El enganche fue titular nuevamente y otra vez exhibió un buen rendimiento, incluso superior al que tuvo el domingo contra Lanús. Además, recibió una ovación de los hinchas cuando Viudez lo reemplazó.
Poco a poco recupera la versión brillante del 2014. Está encendido, motivado. A punto de renovar su contrato, de acuerdo a lo que insinuó el último lunes, Leonardo Pisculichi dio una nueva muestra de que desea ser titular definitivamente. Al igual que frente al Granate, anoche cumplió un desempeño interesante en la victoria 2-0 sobre Liga Deportiva Universitaria de Quito, con destellos de su indiscutida calidad.
Esta vez no fue necesario que asistiera a Rodrigo Mora mediante su exquisita pegada. El ex-Argentinos Juniors asumió un protagonismo aún mayor con relación al último fin de semana. En plenitud física, al menos por el despliegue que exhibió, jugó e hizo jugar. Abasteció a sus compañeros. Intentó siempre. Abrió la cancha para que River inquietara a Liga de Quito. Incluso, buscó el arco: un tiro libre en el travesaño y otro elevado.
A los 29 minutos de segundo tiempo, cuando fue reemplazado por Tabaré Viudez, responsable de asistir a Mora en el segundo gol, el número 15 recibió una fuerte ovación. “Olé, olé, olé, olé, Piscu, Piscu”, manifestaron los hinchas. Un mimo para un jugador que se ganó el afecto de todos tanto por lo decisivo que fue en la edición anterior de la Sudamericana como el golazo inolvidable a Boca. ¡Que reviva el fútbol, Pisculichi!
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