Entre 2015 y 2011, River tuvo serios problemas para armar los planteles y de hecho se equivocó en un sin fín de incorporaciones que, entre otras cosas, terminaron con el desenlace que todo el mundo conoce en junio de 2011. Jugadores que llegaban como promesas y no daban la talle y hasta futbolistas probados en otros clubes que en Nuñez, rodeados de un pésimo contexto, nunca lograron hacerse notar y sus rendimientos fueron olvidables. En alguna de estas categorías podría entrar Mauro Rosales, ex delantero del Más Grande.

 

 

Corría el verano de 2007 y River necesitaba reforzar la delantera. El por ese entonces entrenador Daniel Pasarella tenía un nombre en mente y no quizo que le trajeran otro que no fuera él: Mauro Rosales. La dirigencia del Más Grande negoció por varias semanas con el Ajax de Holanda, club en el que se encontraba el delantero, y en su momento, Pasarella hasta acercó inversores para que se concretara el pase. Finalmente, River lo compró en 1.800.000 euros.

 

Su llegada generó grandes expectativas de cara a aquel Clausura 2007 pero su rendimiento estuvo muy lejos de ser el esperado y su paso por el Más Grande terminó siendo una decepción. La mayoría de los hinchas le recuerdan un gol a Boca en La Bombonera en ese Clausura, partido en el que el Xeneize fue muy superior pero el Millonario se llevó un empate gracias a la definición de zurda de Rosales en el complemento tras pase de Marco Ruben, en lo que fue su bautismo de gol con la casaca roja y blanca. 

Los hinchas le criticaban su apatía e imprecisión con la pelota en los pies, además de la alarmante falta de gol. Marcó solo cinco veces en los 79 partidos que vistió el Manto Sagrado, perdió el puesto con el Keko Villalva en 2009 (en ese entonces, casi un juvenil) y se desvinculó de River a mediados de 2010 rodeado de polémica, porque le reclamaba primas y sueldos adeudados al club, que por esas épocas atravesaba una profunda crisis.

 

Después de eso, Rosales quedó parado cuatro o cinco meses, a fines de 2010 hizo una prueba en Querétaro de México pero no quedó y finalmente firmó con el Seattle Sounders de Estados Unidos en 2011, club en el que jugó 101 goles y es muy recordado. Hizo toda su carrera en la Major League Soccer, con pasos también por Chivas USA, Vancouver Whitecaps en dos oportunidades y FC Dallas, y se retiró del fútbol en 2017.

Tras dos años sin jugar, en 2019 le picó el bichito de volver a ponerse en contacto con la pelota y cumplir un sueño que le había quedado pendiente: regresar a Alumni de Villa María, club en el que nació futbolísticamente y del cual se fue a los 15 años para empezar su carrera en Newell's. Debutó en marzo de 2019 con 30 años en la victoria por 1-0 frente a Universitario por el Torneo Regional Amateur y luego de eso jugó un solo partido más, donde marcó su único gol en el equipo del cual es hincha toda su familia.

Actualmente, Rosales está radicado en su Córdoba natal (de hecho hace algunos días dio una charla para jugadores juveniles de Alumni) y se lo ve activo en redes sociales compartiendo fotos y recuerdos de su paso por los distintos clubes en los que estuvo, sobre todo en Estados Unidos, donde pasó los mejores años de su carrera.