Faltan poco más de dos meses para el inicio de la Copa del Mundo de Qatar 2022, pero el clima mundialista ya se puede sentir. Hay fiebre por la colección de figuritas y la ilusión de completar el álbum generó una demanda pocas veces vista. Y a la hora de repasar viejas colecciones, hay una cromo que estuvo ausente en la primera tirada de la edición 2014 y que se metió casi por la ventana en el certamen más importante a nivel selecciones. Se trata de Carlos Carbonero, mediocampista colombiano que brilló con la camiseta de River y que se ganó una chance de participar en el Mundial de Brasil 2014.

Carlos Carbonero fue citado por José Néstor Pekerman, por entonces entrenador de la Selección Colombia, para reemplazar a Aldo Leao Ramírez, que se lesionó poco tiempo antes del comienzo del Mundial de Brasil. El volante derecho venía de conseguir dos títulos con el Millonario, el Torneo Final y la Copa Campeonato, ambas en el 2014 y con Ramón Ángel Díaz como entrenador. Con el plus que le tocó compartir plantel con dos compañeros que también fueron a la Copa del Mundo: Eder Álvarez Balanta y Teófilo Gutiérrez. Los memoriosos recordarán que el combinado cafetero estuvo a nada de hacer historia ante el local y que le anularon un gol a Mario Yepes, otro ex River, que pudo significar el empate en los cuartos de final.

Más allá de haber ingresado a aquella Copa del Mundo que conquistó Alemania en el 2014, Carlos Carbonero era una de las grandes figuras del torneo argentino. Llegó a préstamo desde Estudiantes de La Plata luego de lograr tres títulos con la camiseta de Arsenal y rápidamente se ganó un lugar en el equipo. Durante toda la temporada que estuvo en River disputó 41 encuentros, marcó 7 goles y brindó 6 asistencias. Pese a que tenía una opción de compra relativamente baja (3.600.000 dólares), el volante priorizó la chance de juegar en Europa. Lo compró la Roma, que decidió cederlo al Cesena de Italia.

Los hinchas de River recordarán que se fue Ramón, llegó Marcelo Gallardo y recuperó a Carlos Sánchez. Todo lo que vino después fue ganancia. Mientras tanto, Carbonero intentó escribir su historia en el Calcio. En Cesena alcanzó a jugar 22 partidos, marcó 3 goles y dio 3 asistencias. Jugó apenas una temporada y fue comprado por Fénix de Uruguay. De allí fue cedido a la Sampdoria, donde estuvo dos temporadas y disputó 15 encuentros. No anotó. Su equipo terminó descendiendo a la segunda división, pero hay una salvedad: el cafetero sufrió una lesión en el menisco de la rodilla derecha que lo tuvo varios meses fuera de las canchas.

Su breve experiencia europea tuvo un saldo negativo. Por eso, luego de la lesión decidió regresar a Colombia. Un volver a empezar. A principios de 2017 el Cortuluá anunció con bombos y platillos la llegada de un refuerzo de carácter internacional. Es cierto que Carlos Carbonero no llegaba bien desde lo físico, pero había dejado un buen recuerdo en el fútbol de su país, donde había vestido la camiseta de Academia, Atlético Huila y Once Caldas antes de pegar el salto a la Argentina. Sin embargo, el ex River estuvo lejos de cumplir las expectativas: jugó apenas 4 partidos por la Liga local y 2 por la Copa Colombia. Tampco marcó goles. Las molestias seguían siendo un problema. Hasta se le pasó por la cabeza abandonar el fútbol profesional.

Luego de estar seis meses sin club, a mediados del 2018 llegó la oportunidad de jugar en Deportivo Cali, uno de los grandes de Colombia. Allí inició una nueva etapa en la que apuntó a recuperarse desde lo físico y en parte superó esos dolores que provocaba su vieja lesión. Sin embargo, tampoco encontró la continuidad deseada: jugó solamente 14 partidos en dos temporadas

En julio de 2019 el nombre de Carlos Carbonero apareció otra vez vinculado con el fútbol argentino. Esta vez no se trataba de River, de Arsenal ni de Estudiantes de La Plata. El mediocampista colombiano que supo brillar años atrás, regresaba a nuestro país para jugar en la B Nacional. Sorpresivamente se puso la camiseta de Ferro Carril Oeste. Llegó a préstamo por un año, pero a los seis meses pegó la vuelta. ¿Qué pasó? Otra vez la inactividad y la falta de adaptación. No sumó un solo minuto en el conjunto de Caballito durante todo el semestre. De no creer.

¿Qué es de la vida de Carlos Carbonero?

Tras la breve y frustrada experiencia en Ferro, Carlos Carbonero debió regresar al Deportivo Cali. No tuvo demasiado lugar en el equipo. De hecho, estuvo más de un año sin jugar partidos oficiales. Para colmo, vino la pandemia y se paralizó el fútbol. El mediocampista terminó quedándose con el pase en su poder y sin encontrar club durante un largo tiempo. Hasta salió a decir en varias notas periodísticas que no le importaba lo económico, que estaba dispuesto a aceptar cualquier oferta, pero que todavía no había ningún equipo que se había comunicado con él. Una situación desesperante, hasta que en julio de 2020 se confirmó su llegada a Llaneros FC, un club de la B de Colombia en el que duró solamente 6 meses.

En marzo de 2021 Carlos Carbonero fue anunciado como nuevo refuerzo de Delfines del Este, un equipo de la máxima división de República Dominicana. Una liga exótica y semiprofesional. Allí estuvo cuatro meses y volvió a quedar en libertad de acción. Desde entonces no encuentra club. Tiene 32 años y continúa buscando un nuevo destino. Está lejos de ser una figurita en el álbum del mundial, pero quiere volver a las canchas para demostrar que la llama de aquel jugador que fue figura en River sigue viva.