Pese a que su rendimiento actual no es el que cautivó a todo el fútbol argentino, el riojano mantiene al capitán del equipo como una prioridad. Un poco por necesidad y otro poco con el objetivo de que el jugador recupere su nivel. Ojalá, River lo necesita.
La confirmación de los 11 que enfrentarán el domingo a Belgrano en el Monumental despeja una de las dudas en lo que respecta al armado del mediocampo: Ramón Díaz decidió que Ponzio ocupe el círculo central sin un ladero, por lo que el Lobo Ledesma estará en el banco de suplentes.
El motivo estaría vinculado a que el entrenador considera que se trata de un encuentro en el que el foco estará en el ataque y que el mediocampo no estará tan abocado a la marca. Siguiendo la lógica del entrenador, ante el conjunto cordobés, Ponzio y Rojas serían los encargados de frenar la ofensiva rival.
Asimismo, cuando los partidos requieren un mediocampo más defensivo, el santafesino y Ledesma pasan a jugar juntos como volantes centrales. Por caso, ante Boca y Newell’s -equipos con distintas características pero con jugadores veloces y que motorizan la mitad de la cancha- ambos futbolistas compartieron el centro del terreno.
Incluso, en el partido con Lanús, con la baja de Ledesma por un hematoma, fue el juvenil Matías Kranevitter -de condiciones similares a las del Lobo- quien reemplazó al experimentado volante y se encargó de acompañar a Ponzio como doble cinco.
Además, no es novedad que para el Pelado resulta fundamental la presencia de Ponzio en el equipo: lo puso de lateral, volante por derecha y volante central, siempre ocupando los huecos de acuerdo a la necesidad del plantel. Y el capitán de La Banda, fiel a su condición de profesional a ultranza y líder del grupo, agarra la lanza y va, aún cuando el rol no le convenga en lo personal. Un típico polifuncional.
