“Me imagino un día bastante estresante, pero lo voy a disfrutar porque me va a gustar ver a mis compañeros al lado mío”. Leonardo Ponzio ya cuenta las horas para un momento que seguramente no imaginó cuando soñaba con ser futbolista. Aquel nene que corría por las calles de tierra de Las Rosas, en Santa Fe, fantaseaba con llegar a Primera, ser campeón, tal vez jugar en Europa y también en la Selección. Pero esa ilusión nunca fue tan grande como para pensar que llegaría un día en el que se transformaría en el futbolista con más títulos en la historia de River. Pero ocurrió. No solo gritó 17 veces campeón sino que fue el referente, capitán y símbolo de la etapa más gloriosa del Millonario.
Por eso, este miércoles 21 de septiembre entrará también en el selecto grupo dejugadores que tuvieron su partido despedida en el Monumental, algo que lo tiene de acá para allá, entre invitaciones, entrevistas y ajuste de detalles para que sea una noche tan inolvidable como tantas que le tocó vivir en sus dos etapas en Núñez, que ocuparon 12 años de su vida.
“River significa todo para mí”, le confiesa Ponzio a La Página Millonaria. “A nivel futbolístico me dio la posibilidad de poder disfrutar de un equipo grande, pelear todos los fines de semana. Y en mi vida, de todos mis años de profesionalismo, más de la mitad fueron en River, es parte de mi historia dentro del fútbol“, detalla el León antes de meterse en una charla distinta para repasas esos años teñidos de rojo y blanco.
-¿Quién cebaba el mejor mate y quién el peor?
-Dos arqueros: Barovero cebaba muy buenos mates porque era prolijito y el que no tenía idea era Julito Chiarini… Mate dulce toma. Tomaba solo, no se podía tomar.
-¿Quién fue el compañero más jodón o divertido?
-Siempre aparecen personajes en el vestuario… Los más pibes, por lo general, por la inconsciencia. Pero Julio Chiarini… era bastante jodón el cordobés.
-¿Alguna vez fuiste el objetivo de una broma?
-No, no. Yo no era de meterme con nadie, de cargar, entonces no era el centro de la broma porque yo siempre respetaba.
-¿Y el compañeros más serio?
-Mati Suárez era callado, pero buena gente. Edu Tuzzio también era muy callado.
-¿Con Suárez, al ser referente, intentabas integrarlo?
-Él se integraba solo, el tema es que era callado, tímido, habla cuando tiene que hablar.
-¿Eras el primero en llegar al vestuario?
-Era de los primeros en llegar, pero era de los primeros que me iba. Yo sentía que tenía que llegar temprano porque me gustaba, pero después me bañaba, almorzaba, estaba un rato con los mozos y los cocineros, pero no era de quedarme mucho en el vestuario.
-¿Alguna vez llegaste tarde?
-No, la verdad que no. Soy puntual, me gusta la puntualidad, me parece un signo de respeto.
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-¿Cómo te fuiste del grupo de WhatsApp del plantel? ¿Avisaste o te borraste directamente?
-No, ya habíamos dicho feliz fin de año a todos, había hablado con otros aparte y nada, me fui como se fueron otros tantos porque es la realidad.
-¿El mejor jugador con el que compartiste en River?
-Es difícil… Compartí con Ariel y decir Ortega para River es lo más grande que hay. Compartí con delanteros muy buenos como Fer Cavenaghi… Siempre destaco que compartí con pibes que crecieron mucho. Desde los Lanzini hasta los Julián que se fue ahora.
-River 2015 vs River 2018: ¿quién gana?
-Hay dos diferencias. En el 2015 había seis o siete jugadores del mismo juego, aguerrido, de correr y meter. Eso hizo que le agarráramos la manija a la Copa Libertadores de cómo jugarla. En el 2018 defensivamente no era lo mismo, pero había jugadores con otros pies y adelante se jugaba diferente que al 2015. Seguramente se armaría tremendo partido, pero uno se hizo mediante la fuerza, el meter, el correr y estar siempre presente; y el otro con un juego distinto, que por ahí era mejor de ver.
Si yojugara para el equipo del 2015 iría a buscar primero a Juanfer o al Pity. Y si estuviera en el equipo del 2018lo agarraría a Teo o al Negrito Sánchez. Ahí sería el talón de Aquiles.
-¿Cuál fue el título que más festejaste con River?
–La Supercopa de Mendoza la festejamos mucho porque era el primer título ganándole al clásico rival y después el festejo que significa mucho para nosotros y para la gente es el de la Libertadores.
-¿Un gol en River?
-Tuve la posibilidad de hacerle dos goles a Boca, el segundo me gustó mucho.
-¿La derrota más dolorosa?
–En el 2017, contra Lanús. Fue un palazo bastante grande por cómo se había dado el partido.
-¿Más que la final de la Copa contra Flamengo?
-Sí, para mí, sí. En el 2019, el haber jugado bien, haber sido superior, por ahí te deja algo. Pero en 2017 jugamos bien y en un momento fue como se apagó todo y cuando nos dimos cuenta nos encontramos en el vestuario después de haber perdido todo.
-¿A quién le diste la peor patada?
-No sé cuál fue la peor. Tal vez en la Libertadores hubo un momento en que se jugó fuerte contra los brasileños, contra Boca, contra Tigres en 205. No por una patada, pero sí que se jugó fuerte.
-¿Tuviste pica con un rival?
-No, yo no iba a buscar a un jugador. Se daban los partidos así y entrabas en el roce, pero no había una pica particular. No soy de ésos.
-¿Cuál fue el rival más complicado de enfrentar?
-Yo tuve la posibilidad de jugar en Zaragoza contra el Barsa de Messi y Ronaldinho, Xavi, Deco, Eto’o… Fue uno de los más difíciles.
-¿La pasaste mal en algún partido?
-Sí, me ha tocado perder 6-0 y sabés que el otro es superior.
Una vez a Dani Alves le tiré una piña… Cuando se te apaga la compu y no sabés qué hacer… Ibamos perdiendo 2-0, un partido normal y ahí se me apagó la compu… Después decís “¿para qué?”, pero ya la había cagado.
-¿Cambiaste muchas camisetas?
-Sí, tengo de Zidane, de Messi, de Ronaldinho, de Ronaldo, de Edgard Davids… Tengo bastantes de esa época de jugar en Zaragoza. De Messi tengo tres. Tengo la de Ortega también, cuando jugamos en contra. Se la pedí cuando lo enfrenté jugando para Newell’s.
-¿Tu mejor partido en River?
-Seguramente con Cruzeiro allá, en la Libertadores 2015, que ganamos 3-0. Fue un partido bueno, que salimos a presionarlos, a meterles por todos lados. Yo jugué un poquito más suelto, no de 5 posicional.
-¿Y el peor partido?
-Hemos ido a Bahía Blanca, un partido feo con Olimpo (0-4 en el Apertura 2007). Después uno que perdimos 3-1 con San Martín de Tucumán (Apertura 2008), un día de mucho calor… Perdimos mal.
-¿Con quién concentrabas?
-Con el Indio Vega, Nico Domingo, Piri Vangioni, Nacho Scocco y después por la pandemia solo y después seguimos así.
-¿Te llevabas bien con todos o alguno molestaba con la música, con la luz?
-Sí, con todos tenía buena relación. Con Nacho y Nico Domingo mirábamos siempre lo mismo en la tele, el Indio era tranquilo, el Piri dormía, no te molestaba, era muy tranquilo.
-¿Qué te gustaba hacer en la concentración?
–Nada. Tomar mate, mirar la tele y nada más que eso. En el último tiempo se concentró mucho porque había partidos miércoles y domingo, pero era corto porque era de un día para el otro. En las pretemporadas sí se hacía más largo.
-¿Alguna vez no pudiste dormir antes de un partido?
-No, yo era de dormir, yo me dormía tranquilo. No me daba vueltas en la cabeza el partido.
-¿Y había compañeros que sí?
-Sí, a algunos les costaba, pero con un Dormicum ya estaba. Lo solucionabas rápido.
-¿Qué broma recordás de alguna concentración?
-Yo era de los que se juntaba en la habitación a tomar mate, charlar un poco. Las bromas las hacían los pibitos de entrar a despertar a alguno, darle vuelta la cama. Pero entre ellos. Con los más grande no se metían.
-Te tenían respeto.
-La verdad que sí, nos respetaban.
-¿Passarella?
-Lo tuve como técnico y como presidente, y siento un respeto muy grande. Y a la vez, como referencia, fue uno de los mejores centrales del mundo.
-¿Simeone?
-Una persona que con nosotros estaba empezando, pero se le veía la capacidad y exigencia para conseguir cosas.
-¿Gorosito?
-Estuvo poco con Pipo. La pretemporada nomás y estaba lesionado, me había roto el tercer metatarsiano así que me entrenaba aparte.
-¿Almeyda?
-Es muy parecido a mí, muy humano. Agarró un momento en el que había acompañarlo.
-¿Ramón?
-Bien. Yo no tuve la posibilidad de jugar el primer torneo, el segundo poquito nomás y después decisiones técnicas hicieron que no juegue más. Y hasta ahí llegó.
-¿Gallardo?
-Me agarró en el momento justo, un poco más de 30 años, donde uno podía empezar a pensar diferente. Me enseñó a jugar de 5, a tener criterio en muchas cuestiones y fue gran parte de lo que hice en River.
-¿Cuál fue el momento de mayor felicidad en River?
-Siempre se elige cuando ganás un título, pero para mí fue poder irme campeón. Me hizo muy feliz. Era el final deseado.
-¿Vas a volver pronto desde otro lugar?
-Me imagino que después de pasar todos estos momentos buscaré algo que me atrape. Después del Mundial buscaré un lugar, ojalá sea en River, para poder desenvolverme en un área de secretaría técnica, de manager, secretario deportivo… Pero no para estar a la cabeza sino de poder estar en un conjunto,ayudar y volcar lo que uno siente.
¿Cómo ver el partido despedida de Leo Ponzio?
Este miércoles 21 de septiembre, desde las 21 horas, el Monumental se vestirá de fiesta para despedir al futbolista con más títulos en la historia de River. Y los que no puedan estar presentes allí deberán sentarse frente a la pantalla para mirar el partido a través de Star+, que será la encargada de la transmisión en vivo.