Paulo Díaz es uno de los jugadores de River que mayores problemas sufrieron desde que se implementó la cuarentena obligatoria en Argentina el viernes 20 de marzo, una semana después de que el plantel decidiera entrar en cese de actividades conjuntas. Es que el aislamiento se le hizo literal ante la ausencia de su pareja e hijo.

El defensor de 25 años quedó distanciado de Fernanda Arenas y Agustín, su hijo nacido el 26 de septiembre de 2019. Ante esa situación, Marcelo Gallardo se mantuvo atento al factor anímico y humano de su dirigido. "Me pregunta cómo me siento por estar solo. Se ha preocupado bastante", confesó el zaguero.

La solución llegó esta semana. Tras largas gestiones y participación de diferentes organismos, Paulo Díaz recibió la autorización para viajar a su país en un vuelo de repatriación. De esa manera, pudo reunirse en Santiago de Chile con su familia en la comuna -así se denomina a los barrios en tierras trasandinas- de La Florida.

Mientras tanto, el hombre proveniente de Al-Ahli (Arabia Saudita) continúa cumpliendo con la rutina de trabajo que dispuso el cuerpo técnico de River. Acompañado por su hermano Nicolás (jugador de Palestino) y un amigo llamado Diego Torres (futbolista de Audax Italiano), el marcador central mantiene la forma física a la espera del regreso a los entrenamientos.