Nicolás Sánchez, ex jugador de River entre 2007 y 2010, habló con La Página Millonaria para recordar su experiencia en superclásicos y se detuvo tanto en la figura de Ariel Ortega como la de Marcelo Gallardo. Además, destacó al 2-0 del Apertura 2007 como el partido con Boca que más disfrutó por la diferencia que se marcó en la cancha. 

El ahora futbolista de Godoy Cruz jugó cuatro clásicos y, si bien no coincidió en el mejor momento del Millonario, le tocó compartir equipo con algunos de los referentes del club. Entre ellos, el recordado triunfo en el Monumental con el inolvidable caño del Burrito sobre Gabriel Paleta. "Obviamente de los clásicos que jugué fue el mejor de manera individual y colectiva, por la diferencia que hubo entre un equipo y otro", recordó.  

"Ese superclásico lo catalogaron el Día del Caño por las jugadas de Ariel y de Buonanotte porque ganamos y jugamos mejor que Boca desde el minuto cero. Es más: recuerdo que en el entretiempo pensé que el partido podía llegar a terminar en goleada. En el segundo tiempo no hubo muchas jugadas y los chicos de arriba se dedicaron a divertirse y a terminar el clásico como estaba", expresó sobre el partido de 2007 que el Más Grande ganó con los goles de Ortega y Radamel Falcao. 

El defensor de 35 años también destacó el ambiente del estadio Monumental y el recibimiento al equipo de esa tarde. "Recuerdo la salida del equipo con el recibimiento de la gente, los papeles, el humo, no se veía nada. Como todo superclásico que me tocó jugar en cancha de River", indicó. 

Ese clásico también pasó al recuerdo por el horario poco habitual que se fijó: fue un domingo a las 14 hs para que no coincida con los cuartos de final del Mundial de rugby entre Argentina y Escocia. A su vez, quedó marcado porque Leonardo Ponzio fue titular en una posición extraña porque jugó como lateral izquierdo

Sánchez también estuvo en los supeclásicos del 2009 donde Gallardo clavó dos tiros libres a Roberto Abbondanzieri y fue testigo en primera persona de cómo se enchufaba ante esos desafíos. En su recuerdo, destacó la personalidad que tenían esa clase de jugadores para los partidos más calientes. 

"A medida que van pasando los años uno se va dando cuenta que hay jugadores que les gustaba jugar esa clase de partidos, donde por ahí a muchos les cuesta aparecer, a ellos les gusta tomar las riendas del equipo. Como Ariel, como Marcelo: son esas clases de jugadores que se hacen cargo y más en esa clase de partidos donde es más difícil hacerlo", concluyó quien tuvo grandes actuaciones en clásicos de su etapa en México.