(Rosario – Enviado especial) El marcador central exhibió un buen trabajo como segundo zaguero en el Parque de la Independencia, donde le dio seguridad a River, pese a la caída frente a Newell’s.
Lucas Martínez Quarta nació en Capital Federal, se mudó de chico junto con su familia a Mar del Plata y allí creció. Sin embargo, Rosario podría haber sido el lugar de buena parte de su infancia. Creer o reventar, teniendo en cuenta que la Chicago Argentina fue la ciudad de su estreno oficial, su padre tuvo la posibilidad de trabajar aquí como empleado bancario, aunque optó por la Costa Atlántica.
El defensor, hincha de River como toda su familia, llegó a Núñez cuando tenía apenas 15 años. Ocurrió en 2012, tras pasar con éxito una prueba realizada en La Feliz. Pero al club arribó como volante de contención. Daniel Messina, su técnico en la Sexta, lo puso de central en 2013 y de ahí en adelante comenzó a conocer la posición. Tuvo su debut hace ocho días en La Plata, aunque recién esta noche se le dio por los puntos.
Firme en la marca, el Chino custodió muy bien su zona y principalmente se destacó en los cruces oportunos para impedir que Newell’s pudiera lastimar en el sector destinado a él. Su familia (padre, madre, hermano y abuela) siguieron atentamente el encuentro por televisión, pero esperan presenciar la primera oportunidad que tenga en el Monumental. Mientras tanto, Martínez Quarta cumplió su misión, pese a la caída contra la Lepra.
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