Es una noche especial en el Monumental porque el partido frente a Lanús tiene un condimento más allá de lo futbolístico. El equipo del Muñeco Gallardo buscará mantener la racha goleadora que explotó contra Unión la semana pasada, Paulo Díaz juega por primera vez en la Liga Profesional y Julián Alvarez disputa su último encuentro por el campeonato local en Núñez. Pero para todos los hinchas hay algo más y por eso la atención está puesta en las tribunas, más especialmente en la Sívori Media.

 

Los hinchas con los bombos se ubicaron en la Sívori Media (Foto: Getty).

Los hinchas con los bombos se ubicaron en la Sívori Media (Foto: Getty).

Después de mucho tiempo de ausencia, los bombos y redoblantes volvieron al Monumental, no de la mano de Los Borrachos del Tablón sino por la movida que armó un grupo de hinchas que contó con el visto bueno de la Comisión Directiva. De hecho, desde muy temprano se vio a varias personas de la empresa de seguridad privada custodiando el lugar donde se ubicarían este grupo de hinchas entre los que hay varios músicos.

Desde muy temprano hubo personal de seguridad alrededor del sector donde se ubicaron luego los hinchas con los bombos (Foto: La Página Millonaria).

Desde muy temprano hubo personal de seguridad alrededor del sector donde se ubicaron luego los hinchas con los bombos (Foto: La Página Millonaria).

Una hora antes del inicio del partido fue cuando ingresaron con los bombos y redoblantes que le empezaron a dar un ritmo particular a los cantitos de los fanáticos, como hacía mucho que no se daba en el Monumental. Se ubicaron en el centro de la Sívori Media y desde allí es donde están "conduciendo" los cantos de la gente.

Los primeros golpes en los parches comenzaron de la mano de un clásico de los Auténticos Decadentes: “Vení Raquel”. Los hinchas millonarios le pusieron ritmo y folclore para rebautizarlo como “Yo te quiero River Plate”.  Si bien el panorama del Monumental recién empezaba a tomar color, los primeros simpatizantes que ingresaron a la Sivori media y baja se amucharon en el centro de la tribuna para estar bien cerca de la percusión. 

Con el correr de los minutos y el arribo de la multitud, el clima creciendo y los cantitos comenzaron a sonar con más fluidez. “Hay que alentar de corazón, hay que alentarlo al campeón” y “Al fin va a decir la verdad el que escribe en los diarios” sirvieron para subir la temperatura en una noche helada que azotó sobre la Ciudad de Buenos Aires. A los asistentes poco les interesó. Hasta algunos se animaron a revolear sus camperas. Cada vez faltaba menos para ver al equipo del Muñeco.

El clímax se vivió durante el anuncio de la formación en la voz del estadio. Los hinchas aplaudieron respetuosamente a cada protagonista y explotaron cuando mencionaron a Marcelo Gallardo. De inmediato, los bombos marcaron el ritmo de “River, mi buen amigo”, un clásico de todos los tiempos que sonó durante largos minutos hasta que apareció el equipo en el campo de juego.

Con el partido iniciado, el aliento se materializó en un objetivo: “Vamos vamos River Plate, hoy te vinimos a alentar, para ser campeón, hoy hay que ganar”, exclamaron las 72 mil almas que explotaron el Monumental. Acto seguido, comenzó el “Yo campeón te vengo a ver y no me importa más nada” y “El que no salta murió en Madrid”, dos temas infaltables en el cancionero de la tribuna millonaria.

Lo mejor de la noche llegó promediando la primera etapa, con los goles de José Paradela y Brian Romero. “Quiero dar la vuelta en la Copa, para que llore toda la Boca” explotó en el medio de uno y otro tanto, en un Monumental que ya vivía una verdadera fiesta y que no se apagó hasta el pitazo  de Darío Herrera que puso fin a la primera etapa.

En el complemento River cedió algo de protagonismo dentro del verde cesped, pero el público empujó al equipo desde las tribunas y los bombos volvieron a ser fundamental. El "vamos, vamos, vamos River Plate" cuando parecía que Lanús podía llegar a la igualdad estremeció los cimientos del Monumental, que también tuvo tiempo para recordar a su eterno rival, la final en Madrid y el gran objetivo de todos: "En la Copa cueste lo que cueste, en la Copa tenemos que ganar", fue el grito de guerra para despedir al elenco del Muñeco en medio de los aplausos y la aprobación del público. Cantemos todos que Nuñéz fue otra vez una verdadera fiesta. 

Los videos de los cantitos en el Monumental