Jorge Brito es el flamante presidente de River después de que se celebraran las elecciones durante toda la jornada de sábado en el Estadio Monumental. Con 14.020 votos (70.6% del total), el dirigente oficialista de la lista Filosofía River estará al frente de la institución Millonaria por los próximos cuatro años y rápidamente se le presentan dos importantes dilemas que tendrá que resolver en el corto plazo: la continuidad de Marcelo Gallardo y el futuro de Julián Álvarez.
Lo que todo hincha de River se pregunta hace varias semanas es qué va a pasar con el Muñeco. Su contrato se termina a fin de año y por primera vez(o segunda si contamos el fin de año de 2016) el técnico se está replanteando a fondo qué es lo que hará con su futuro. Y si bien es una decisión estríctamente personal que estará ligada a sus ganas y energías de seguir dirigiendo al máximo nivel de exigencia que requiere River, y al deseo (o no) de seguir exponiendo su prestigio en un fútbol argentino cada vez más devaluado, también hay otros factores que intercederán en el “fallo final”, como el proyecto futbolístico, tanto dePrimera como de Inferiores, que le puedan ofrecer los dirigentes.
El deseo de Gallardo siempre es tener un plantel extremademente competitivo y preparado para pelear los tres frentes: Copa Libertadores, torneo local y Copa Argentina. Por pedido suyo, River inauguró y posteriormente realizó hace algunos años mejoras considerables en el predio de Ezeiza, por pedido suyo se cambió completamente el césped del Estadio Monumental por uno acorde al juego que pregona y seguramente, a la hora de sentarse a negociar su renovación, uno de sus principales pedidos a la dirigenciaserá la llegada de algún refuerzo y que no le quiten a sus principales figuras, como Julián Álvarez, Franco Armani o Paulo Díaz, por mencionar algunos.
Álvarez, entre la renovación y las ofertas
Otro dilema que empieza a poner algo nerviosos a los simpatizantes es el futuro de Julián Álvarez. La Araña tuvo un semestre de ensueño marcando goles de todo tipo y llevando sus estadísticas a otro nivel. Lógicamente, tales actuaciones despertaron el interés de grandes clubes europeos como Milan,Fiorentina, Juventus, Atlético de Madrid y hasta incluso el Real Madrid. Su cláusula de salida es de 20 millones de euros y River no lo negociará por menos de eso, pero en el horizonte aparece un problema: su contrato.
El vínculo del oriundo de Calchín con el Más Grande vence a fines del año que viene y la prioridad para la dirigencia será lograr la extensión del mismo (ya hay negociaciones pero todavía no llegaron a buen puerto), con una posible suba en la cláusula de rescisión y así blindar al jugador por los próximos años y evitar que en el peor de los casos quede libre. En Nuñez saben que las ofertas van a llegar en el próximo mercado y por eso habrá varios ítems que poner en la balanza a la hora de aceptar o declinar alguna: la situación económica de River que lo urgió a vender en los últimos mercados, el descontento y enojo que podría generarle a Gallardo perder a su máxima figura y el daño (futbolísticamente hablando) que tendría el plantel. Serán meses intensos en los que se tomarán decisiones importantes en River.