El partido ya había finalizado. River había igualado 0-0 ante Cruzeiro en Belo Horizonte y la serie de octavos de final se definía desde los doce pasos. Sí, El Más Grande iba a los penales, a probar su suerte ante el local.

Fue allí cuando Nicolás De La Cruz apareció con todo su carisma y esplendor para pedir patear el primer disparo de la serie. Primero, se lo solicitó a Marcelo Gallardo. Luego, Matías Biscay apareció en escena y también le hizo señas claras de querer ser él quien inaugure el suplicio.

Lo cierto es que el uruguayo efectivamente fue el primero yconvirtió su remate luego de que Franco Armani contenga el primero de los disparos de Cruzeiro. River está en cuartos, por su arquero y por el temperamento de sus jugadores de campo.