Algunos hinchas todavía no pueden creer que vieron a Enzo Pérez ser el arquero de River en un partido oficial. Ante los contagios en el plantel que derivaron en el aislamiento de los cuatro guardametas, el mendocino se puso a disposición del Muñeco y no le tuvo ningún miedo al buzo y los guantes, al contrario, tuvo un partido fenomenal para ser un jugador de campo y estar disminuido por la lesión en el isquiotibial. Se lo vio seguro cuando tuvo que intervenir y embolsar la pelota y prácticamente no le generaron chances claras.

Durante el primer tiempo, Enzo solo tuvo que tapar una pelota compleja: un disparo desde fuera del área de un jugador de Santa Fe, sin mucha fuerza, que despejó sin complicaciones al córner. Después no tuvo que exigirse en ningún mano a mano ni tampoco inventar una salvada infernal, producto también del gran partido que tuvieron Maidana, Martínez y Lecanda en el fondo.

Para el complemento, a Santa Fe tampoco se le cayeron muchas ideas y recién se aproximaron al arco en el minuto 53, donde Enzo también controló sin problemas un tiro débil y un centro sin destino del equipo colombiano. Su participación se dio más en pelotas tranquilas y situaciones controladas que en momentos de alto riesgo. ¿El plus? Se lo vio con una sonrisa todo el partido, disfrutando y recibiendo las felicitaciones y los abrazos de sus compañeros en cada pelota de la que se hacía dueño.

A los 72 minutos, Kelvin Osorio marcó el descuento de Santa Fe pero el mendocino no tuvo nada que hacer en el gol, que llegó tras un centro al área chica que el jugador colombiano empujó entre muchas piernas de River. Antes de eso, había descolgado un córner con los puños como si fuese Iker Casillas, Gianlugi Buffon o cualquier arquero de nivel europeo. Una locura. Los últimos 18 minutos lo tuvieron a Enzo atajando en una pierna: la lesión en el isquiotibial empezó a molestarle y tuvo que elongar en varios tramos. Sacrificio puro y la figura de la noche.

Las estadísticas de Enzo

Muchos se preguntarán cuáles fueron los números crudos y las estadísticas del volante bajo los tres palos. Tocó 23 veces la pelota durante los 90 minutos, dios cuatro pases precisos y completó dos envios largos. Además, ganó un duelo aéreo y de los cinco remates que recibió, cuatro los atajó. El gol en contra termina siendo anécdotico y no opaca de ninguna manera su rendimiento.