Tras la reunión de capitanes en la sede de Futbolistas Agremiados, los jugadores decidieron continuar con la medida de fuerza. Sin embargo, la AFA presiona y los clubes podrían poner juveniles para evitar sanciones. La raíz del conflicto que ya lleva meses y la postura de cada parte involucrada.
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El fútbol argentino atraviesa una crisis integral que lo atraviesa de pies a cabeza y las consecuencias, que se ven desde hace tiempo, llegaron a su punto más álgido en estos días con la postura de los jugadores de no presentarse a jugar hasta no cobrar la deuda que muchos clubes mantienen con ellos. Pero, ¿cómo se llegó a esto? Hagamos un breve repaso.
Para entender la situación se deben hacer dos lecturas. Una es política, la otra económica. Y las dos están muy relacionadas. Desde el fallecimiento de Julio Humberto Grondona y la renuncia de Luis Segura, la AFA es tierra de nadie. Y también de todos. La lucha por el poder, la pelea por imponer intereses personales y la falta de un liderazgo claro y cohesionado han provocado una acefalía que ha dejado al fútbol argentino sin rumbo. La Comisión Normalizadora de la que Armando Pérez es presidente no ha logrado encarrilar la situación y muchos la acusan de responder a los intereses del gobierno.
El gobierno de Mauricio Macri es otro actor decisivo en todo lo que está pasando. Como es sabido, para la gran mayoría de los clubes del fútbol argentino el dinero recibido por derechos de televisación es el principal ingreso de sus dañadas y débiles economías. La decisión del presidente y su equipo de rescindir el contrato de Fútbol Para Todos cortó el chorro y las instituciones no tienen recursos para afrontar sus deudas. De esta forma, hay jugadores de distintos clubes que reclaman sueldos atrasados de 4 meses.
Mientras Fox-Turner, ESPN y Media Pro pelean por quedarse con el nuevo contrato de televisación, el Estado abonó 350 millones de pesos y con eso puso punto final a su participación en el fútbol. Se creía que ese dinero podría destrabar la huelga de los futbolistas, pero no fue así. En la reunión de capitanes del jueves por la tarde se determinó la continuidad de la medida de fuerza impuesta por Agremiados, solidaridándose de esta forma con los futbolistas más afectados.
Ante esta postura y después de que el Ministerio de Trabajo fijara la Conciliación Obligatoria, AFA inmediatamente sacó un comunicado en el que amenaza a los clubes con sanciones y quita de puntos de no presentar equipo para los partidos ya pautados. Y esto podría llevar a los clubes a jugar con juveniles, una medida que Sergio Marchi describió como “reaccionaria”.
Es viernes por la mañana y la incertidumbre es total. Nadie puede saber a ciencia cierta si los clubes se presentarán, si lo harán con juveniles o profesionales o si directamente no habrá fútbol al menos por una semana más. Así están las cosas…
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